La ultima ruta realizada saliendonos de nuestra manera de hacer senderismo, la realizamos junto a un buen nutrido grupo de personas que quisieron apuntarse a la primera ruta que se organizó y que llevaba por nombre del llano a la sierra, y que comenzaba en el pueblo de Torremocha, pasando por Albalà y terminando en Montanchez.
Así que la hora de salida estaba prevista para las ocho y media y nosotros en lugar de quedar a la hora de siempre, salimos media hora mas tarde para llegar a Torremocha con tiempo de sobra, pasando por la panadería de nuestro pueblo y comprando algo de pan, para el posterior muerdino que aun habiendo otras cosas, preferimos no dejarlo atrás.
En la casa de la cultura de Torremocha estaban los organizadores de la ruta pasando lista y en ese mismo lugar nos entregaron una camiseta conmemorativa a cada uno y después degustamos un buen desayuno, donde prácticamente había de todo. Desde sándwich de queso, salchichón y algún embutido mas, pasando por zumos, frutas variadas, cafè y varios tipos de dulces, lo justo para sentarte delante de la mesa y no moverte en toda la mañana.
Lo mejor fue picar poco y beber algo de zumo, ademas de llevarnos algo de agua para el camino, puesto que se esperaba un día caluroso.
Algo mas de cien personas emprendíamos la marcha saliendo de Torremocha por unas callejas estrechas y con cierta apariencia a las que existen por aquí en nuestro berrocal. Incluso había zonas donde el agua había desaparecido hacia pocos días. Caminar entre tanta gente no es facil, lo mejor es coger un ritmo y dejar pasar a quienes quieren ir mas deprisa y adelantar a los que van mas despacio que tu. Por poner un pero creo que nos hicieron parar demasiadas veces para reagruparnos, con el cansancio que ello conlleva. Andar, parar, seguir andando, esperar. Eso cansa mas que subir grandes cuestas.
Pero así lo quisieron los organizadores y llegamos a la localidad de Albala demasiado tarde, las doce del mediodía para lo que nos quedaba era tarde, aunque en dicho pueblo nos obsequiaron con una bolsa que constaba de un zumo, un plátano, algo de frutos secos y chocolate. Nosotros preferimos nuestro habitual muerdino, aunque para nosotros era algo tarde para comer.
Una vez recogido el campamento la organización tuvo para bien continuar hasta Montanchez haciendo tres grupos, donde los primeros irían quienes mas deprisa andan, en el segundo los que andaban un poco menos deprisa y el ultimo grupo donde se incluirían todos los que se fueran quedando rezagados de los dos anteriores.
Mucha gente hizo caso omiso y en el primer grupo donde fuimos nosotros, hubo gente que lo de andar deprisa lo confundieron y lo único que hicieron fue estorbar un poco a los que andaban mas ligero.
Pero una vez adelantamos a todos estos, la ascensión a Montanchez fue dura. Calor y poco aire ademas de casi nada de agua, menos mal que en las ultimas rampas nos encontramos un par de fuentes donde pudimos refrescarnos un poco antes de finalizar la ruta.
Una vez todos los que terminamos la ruta llegamos al lugar previsto, la alcaldesa de Montanchez nos dio la bienvenida ademas de ofrecernos unos refrescos y alguna vianda, las cuales nosotros no llegamos a probar.
Luego visita turística por el pueblo, unas cervecitas para refrescarnos y el autobús que nos recogió para llevarnos de vuelta a Torremocha, donde teníamos nuestros coches.
En definitiva una nueva experiencia que de vez en cuando se pueden hacer. La organización debe mejorar algunas cosas si la vuelven a realizar y quizás buscar una fecha mas temprana en el calendario, para que la calor no sea un impedimento.
Gracias a los tres municipios por acogernos de manera tan agradable.
Nos vemos por las callejas.
La ruta
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