domingo, 18 de enero de 2015

Capitulo 628: Ruta en Hervás (Bosque galería).



Desafiando a las inclemencias del tiempo, a los hombres que dan el mismo, a nuestras mujeres y madres, hoy nos volvíamos a poner en ruta, a pesar de que la frase mas comentada y repetida por nosotros esta mañana era la de "que tontos estáis". A las siete de la mañana buscábamos refugio en la terraza cubierta del bar Cuando, dado que el agua caía en abundancia en la plaza de Huertas.



Esperando los cinco minutos de rigor por si alguno de los senderistas se animaba a venir a ultima hora, los seis que nos hemos dado cita poníamos rumbo hasta la localidad de Hervas, capital del valle del Ambroz, un lugar donde seguro que nos quedan varias rutas que andar. Nos sorprendía lo grande que es este pueblo,con mas de cuatro mil habitantes en las estaciones menos visitables.
Este lugar se encuentra justo a ciento cincuenta kilómetros de nuestro pueblo, por lo que poco después de las ocho y media, nos encontrábamos buscando sitio para dejar los coches y empezar la ruta elegida.




Del camino y las inclemencias mejor no comentar nada, despacito y con buena letra se llega a cualquier lugar por lejos que parezca. El agua caía de forma pausada y por unos sitios mas que por otros. Pero por arte de magia ha sido llegar a Hervás y dejar de llover y no solo eso, que la temperatura era bastante mas alta de la que esperábamos. Por eso una vez aparcados los coches y antes de colgarnos las mochilas, hemos dejado algo de ropa en los coches presumiendo de que nos iba a sobrar a lo largo de la ruta.




Caminar por las calles de este municipio te devuelve a épocas pasadas, donde su barrio judío es una preciosidad y tiene un encanto especial cuando te sumerges en el. Lo temprano que era nos ha ayudado a que el barrio estuviera casi desierto y con eso el embrujo ha sido mucho mas gratificante.
Siguiendo con la ruta salimos del municipio cruzando un bonito puente que cruza el río Ambroz, el cual riega este pueblo. La ruta se empina de lo lindo y los dos primeros kilómetros son de dura ascensión. La nieve en las montañas cercanas nos deja unas vistas preciosas, aunque es cierto que la niebla se iba apoderando del puerto de Honduras, lugar donde mas nieve se podía apreciar.




Una vez andado estos dos primeros kilómetros la ruta pasa a ser mas bien plana, incluso quizás un poco a favor de obra, por lo que el esfuerzo realizado al comienzo pronto se olvida. Nos adentramos en un bosque desnudo de grandes castaños y verdes helechos, que juntos forman un contraste que alegra la vista.
Seguimos caminando acordándonos de los que habían anunciado que caería bastante agua y seguíamos mirando al cielo y diciendo orgullosos la suerte que estábamos teniendo con el día escogido.




La hora del muerdino se acercaba y nos interesamos todos en buscar un lugar agradable para poder estar a gusto durante este sagrado momento. No tardamos en encontrar dicho sitio y es que el bosque galería nos deja unas vistas impresionantes, sin duda que los arboles desnudos pueden quitar algo de encanto al lugar, pero para mi que de esta forma podemos observar mucho mejor por donde transcurren los múltiples senderos que van y vienen y que nos cruzan por todos lados. Si no fuera por nuestro amigo Carlos y sus ganas de hacer bien las cosas, sin duda que las rutas serian menos disfruta bles puesto que nos perderíamos bastante mas veces de las que solemos hacer.




Una vez recogido el campamento seguíamos acortando los metros que nos separaban de Hervás. El musgo se apoderaba de piedras, arboles y todo lo que existe en dicho lugar. Los alrededores del pueblo están habitados por bastantes caballos, algún que otro burro y muchas vacas de raza "avileña", que dejaban bonitas estampas por las verdes praderas.




La llegada de nuevo a Hervás nos deja otra estampa poco vista por nosotros, como es la vía del tren. Aunque bien es cierto que dichas vías están un poco oxidadas, puesto que el último tren paso por ellas en 1985. Así que las zarzas y enredaderas se han apoderado de las mismas, dejando preciosas vistas para fotografiar.
Una vez en Hervás seguimos haciendo un poco de turismo por sus calles, las cuales están bastante pobladas de gente que como nosotros, aprovechan el día para conocer mundo y lugares con encanto, como es por supuesto la Villa de Hervás, que sin duda pronto volveremos a visitar.




No quiero olvidarme de nuestro amigo Adrián quien hoy se ha unido a nuestro grupo y ha participado en su primera ruta. Esperemos que no sea la última que haga con el grupo que un domingo más desafiando a todo, no nos han podido parar en nuestro empeño de seguir descubriendo rutas nuevas y lugares preciosos como ha sido hoy este lugar.



Nos vemos por las callejas, llueva, nieve, truene o relampaguee.

La ruta










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