sábado, 11 de octubre de 2014

Capitulo 604: Son aquellas pequeñas cosas.



Con el alma dividida en dos, por un lado cansados de tanta fiestas y por el otro pensando que, cuando terminen, el triste otoño-invierno se apoderará de todo lo que hay a nuestro alrededor, me paro a pensar en  todo lo leído hasta el momento sobre la fiestas y pienso que todo está escrito. Las tradiciones son así, no tienen porque variar de un año para otro, aunque si se pueden ir modificando poco a poco y arrimandolas a los años que nos ha tocado vivir.

Sin embargo todos los años me quedo con ganas de recordar pequeñas cosas que, sumadas todas, hacen posible muchos de los momentos vividos en nuestras fiestas. La verdad que haciendo recuento así por cima, tendría que estar escribiendo varios días seguidos para enumerarlos a todos.
Comenzando un par de semanas antes de que llegue octubre, la actividad en el pueblo ya cambia su rutina y se suele ver a mas gentes por las calles y como no, por los bares haciendo planes. Organizando comidas, botellones, etc. Se debate esos días el dinero a poner, donde recoger la mercancía y quien se encarga de comprarlo. Por norma, no escrita en ningún lado, cada peña tiene su gente para estos trabajos, pocas veces se cambia de titular para estos menesteres.

Otro detalle importante que no quiero dejar pasar, es sin duda el día de ir a por las escobas para el Rosario. Algunos a día de hoy todavía se creen que dichas escobas vienen solas hasta el pueblo. Pues no. Las del llano de Tío Porras, son varios vecinos los que unos años unos, y otros años otros, se implican en ir a arrancarlas una semana antes como poco. Es mejor que estén verdes para que aguanten mas rato ardiendo.

Los zapatos guardados en los armarios y que rara vez muchos nos ponemos, el domingo de la procesión salen a pasear al ritmo que lo hace la Virgen. Es fácil oír ese día quejarse a mas de la mitad de las mujeres de bojas y callos. Las tiritas salen ese día también de casa metidas en los bolsos, sabiendo que mas de una serán necesarias. Las calles aledañas al recorrido habitual de la procesión, son visitadas ese día por muchos vecinos que seguramente hasta el año siguiente, no volverán a pisar. Es una manera de atajar el recorrido y de esa manera llegar un poco antes a la iglesia para tener sitio donde sentarse.

Llegando el inicio de las capeas, toca el montaje de farolas donde, de nuevo, siempre existe el miembro habitual de cada peña que lleva "los planos". No es fácil montar ese rompecabezas, donde no puede quedar ni un solo hueco para que las vacas no se escapen. Ademas de que sean seguras las andanas donde la gente salta y baila toda una semana. Muchos hacen este trabajo sin haberse acostado. Otros madrugan mas de lo deseado para hacerlo. Las farolas se guardan cada una en un sitio y ese día se vuelven a ver todas de nuevo.

Mientras van discurriendo los días de capeas, son muchos los detalles que dejamos pasar por alto. Camisetas lavadas rápidamente de un día para otro. Desayunos habituales en los sitios de siempre. Muchas madres encargadas de guisar para mas gente y sobre todo, des interesadamente. El que trae huevos de sus gallinas, el que trae limones de su limonero. El que recoge los últimos membrillos y granás y los lleva a las capeas. El que trae un plástico y lo pone para que no nos mojemos, el que se acerca a comprar hielo, el que va en busca de las botellas, el que de uno de sus bolsillos saca una bolsa de pipas....

Cuando a los autóctonos se nos van acabando las fuerzas y las ganas, vienen de fuera "la cuadrilla de empuje" para que volvamos a recuperar las fuerzas para el último arreón. Son tantos los apretones de manos y abrazos que das este último fin de semana, que no llegas a recordar a todos los que has saludado. Gente de Madrid, de Asturias, de Bilbao, de Cadiz, de Almaraz, Moraleja, Coria, Valdefuentes, Caceres, Casar de Caceres, Torrecillas, Talavera, Navalmoral y muchos mas pueblos que me dejo atrás injustamente. Puesto que me encantaría poder nombrarlos a todos.

Todos juntos formamos estas formidables fiestas, que sin duda, seria imposible de sacar hacia adelante si no fuera por estos pequeños detalles arrimados a todos los actos ya programados por la comisión de festejo de turno, que sacrifican a sus familias y amigos para el disfrute de todos. Sin duda que debería de pasar mas gente por ella para que los pocos desarraigados del pueblo que queden, se unan a todos los que con nuestros pequeños detalles colaboramos para que nuestras fiestas, sigan siendo las fiestas de todos los que cualquier día de esta semana, quieran venir a vernos.

Lo dicho, podría rellenar folios y folios hablando de pequeños detalles de nuestras fiestas y seguramente que me quedaría siempre alguno atrás.

A rematarlas como se merecen, paisanos.









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