Y
alguno me echará de menos. Seguramente sea algún familiar, los otros, andan
bien descansados sin leerme, creyendo que sus críticas han sido capaz de
tumbarme. Tampoco era tan difícil hacerlo, no sé dónde está el merito.
Con el
grupo “Extremoduro” de fondo y a todo trapo, soy capaz de escribir. Aunque
parezca mentira, el ruido me sumerge en
una burbuja y no oigo nada. El teclado de mi humilde y destartalado ordenador
echa humo, tengo tantas cosas que escribir que no sé por dónde empezar.
Ya
está, comenzaré con mi pueblo y con el lavado urgente de cara que le están
pegando. ¿Contentos? Pregunte usted en Huertas, digo yo que habrá de todo. Los
orgullosos de estos arreglos y los que sufren cortes de calles y con ello,
trastornos en sus negocios. Tiene bemoles que la vida política sea así de
triste, tres años viniendo a subir a la reina saliente solamente y el ultimo
año, antes de volver a votar, nos llenan el pueblo de zanjas, cemento,
hormigón, vallas y direcciones prohibidas. Que digo yo que esto si se repartiera
en los cuatro años de legislatura, dolería menos que no ahora. Pues es fácil
encontrarte estos días andando por el pueblo a gente que no suelta el coche ni
para ir a por tabaco. Incluso más de uno ha comentado la posibilidad de hacer
una ruta senderista por el pueblo. La cual comenzaría en el pilar viejo,
saltando montones de cascotes por la calle palmera, continuando dirección
consultorio médico, donde esquivaríamos un andamio que no sabemos si formará
parte de la fachada o lo retiraran algún día de procesiones. Si continuamos
dirección estanco, es fácil que algún conductor despistado venga en dirección
prohibida, pero no se te ocurra recriminárselo que al último que lo hice casi
me da con una caja de congelados en la cabeza. Lo puedo hasta comprender viendo
como este señor, dos horas más tarde de su habitual trayectoria, le era
imposible acceder a muchas calles de Huertas.
Con
respectos a las obras comenzadas, han sido muchos los vecinos que creían tener
posibilidades de acceder a un puesto de trabajo, aunque solamente hubiera sido
un mes, pero después de entrevistarse con los titulares de dichas obras, se han
dado cuenta de que no se precisa a nadie. “Esto de tener el pueblo patas arriba
y no trabajar nadie autóctono en ello, no puede ser bueno”, es la frase más
escuchada en bares y comercios, los cuales cada vez visitamos menos. Y eso es
malo, puesto que siempre se han arreglado todos los conflictos en los bares y
ahora nos vemos con una lata de cerveza de un supermercado trujillano que dicen
que se ha comido a otro y que seguramente supondrá varios despidos más en la
ciudad, los cuales se unirán a los mil trescientos parados, que cada día se
manifiestan en la plaza mayor, justo debajo de la estatua del conquistador “Huerteño”
por parte de madre.
Una vez
acabada la ruta por Huertas, nos disponemos a subir a la muy noble y leal, la
cual sigue gobernada a golpe de “somos los mejores y nadie nos puede decir lo
contrario”
La
oposición haciendo valer su status, intenta seguir oponiéndose a todo.
Confiados en que los resultados de las europeas, se reflejen en las generales.
Ahora lo que les ha enfrentado ha sido la compra de una iglesia, que incluso a
mis compañeros columnistas les ha hecho volver a escribir. Números escondidos y
tapados que no se atreven a exponer claramente por parte de ninguno de los
políticos, (como siempre). Incluso los ha habido que han preferido irse de
vacaciones antes de hablar de iglesias, total, si tienen mayoría y van a hacer
lo que les salga de la vaina, (Los que mandan). Hablan de museo de no sé qué
historia, con lo bien que quedaría otra vez el bar “sotana”, con su bóveda
reforzada para que todos los asistentes podamos volver a saltar y cantar en
dicho recinto, incluso el “Alabaré a ti señor”.
Mucha pasta es la que se escribe y se habla, y
nadie comenta los puestos de trabajo que se podrán crear; da igual, de los
actuales mil y pico, antes de las elecciones estarán trabajando aunque sea solo
quince días, por lo menos el cincuenta por ciento de ellos, los cuales
olvidaran su anterior estado y pregonaran que los actuales gobernantes son
dioses que nos van a sacar de esta maula en la que estamos entallados. Los
mismos que engañaron diciendo que cobrarían “x” dinero al entrar y ahora cuando
hacen sus respectivas declaraciones de la renta, se asustan de lo que tienen
que devolver. Yo hubiera preferido que cobrara el señor alcalde, por lo menos
es senador, que no se qué significa, ni cuál es su labor, pero suena de bien…
Y
escurriendo mi lata de cerveza no puedo dejar de saludar al maestro escuela
matemático y contertulio de una emisora de radio local, el cual es incapaz, el
actual gobierno, el anterior, José Antonio Redondo cuando estuvo y ni tan
siquiera Benigno Fernández, pasando por el difunto Villanueva, de traer a los
festivales, una sola actuación que le entre por el ojo. Qué tristeza da
escucharle “en diferido” todos los miércoles despotricar de unos y otros, de
actuaciones que vengan, de teatros que se hagan, de actos deportivos, de calles
que se arreglen y no sé cuantas cosas más, siempre tiene un “pero” y un contra,
y eso que como él dice, “yo soy de Olivenza” y del centro, (menos mal).
Y yo
ahora cambio de canción y como me gusta la música en general y me da igual
quien venga a cantar, cambio al grupo del “ Robe” por Amaral y con ellos canto
el estribillo que da pie al título de mi artículo: Como hablar, si cada parte
de mi mente es tuya…
Cuidaros,
que la vida nos da sorpresas.
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