jueves, 20 de febrero de 2014

Capitulo 564: Mi madre, tu madre, la de todos.



Jugando al gato y al ratón con la artrosis que intenta invadir sus manos, se van pasando los días. Recién cumplidos los sesenta y cinco años, se ríe cuando la recordamos que ya tiene edad para jubilarse. Un ama de casa no se jubila nunca, esa es la respuesta que ella tiene siempre en su boca, y la verdad que no se equivoca.

Sesenta y cinco años al frente de una familia supone mucho desgaste y la da vértigo mirar hacia atrás para ver todo el camino andado. Mujer de autónomo durante muchos años, la supuso ser la numero uno en las matemáticas, a pesar de avergonzarse cuando la preguntaban mas de una vez, que estudios tenia. La vida no la dejó estar mas tiempo en la escuela, a pesar de ello el poco tiempo que estuvo lo aprovechó al máximo y lo que no la dio tiempo a aprender, fue la vida misma quien se lo fue enseñando poco a poco.

Semanas enteras sin apenas ingresos por parte de su marido no pudieron con ella. Sus increíbles manos decidieron que algo podían aportar a la economía del hogar. Así fue como entre vainicas y deshilados pudo ir sumando ingresos para poder sobre vivir. No es mucho, pero algo ayuda. Otra frase que tengo marcada en mi cabeza desde pequeño.

 Las visitas los jueves al convento en busca de mas costura, eran ya un ritual. Por eso en época vacacional, no nos perdíamos ningún jueves dichas visitas.El ruido de aquel torno girando era impresionante. Dentro del mismo la llave de la habitación donde una de las hermanas nos recibía. Que olores desprendía aquel convento de clausura ademas de las monjas que habitaban en el. Para mi olían de una forma que a día de hoy sigo sin poder describir, ni tampoco puedo olvidar.
 Recuerdo los besos que aquella monja nos daba a mi hermana y a mi. Eramos ya de la familia y la confianza en mi madre era total y absoluta. La entrega de la costura se hacia con total normalidad. Mi madre protestaba algunas veces cuando dicho trabajo era mas difícil de lo que habitualmente solía hacer. Pero la madre la convencía rápidamente. "Rosi, tu tienes buenas manos para hacer eso". Mi madre después de observar la muestra que la daban, ponía en funcionamiento su calculadora mental y regateando con la monja el precio, siempre llegaban a un acuerdo.

No estaba bien pagado aquel trabajo, ni ese ni casi ninguno de los trabajos que cualquier ama de casa, solía hacer fuera de su hogar. Pero era lo que había y si querías generar algún tipo de ingresos extras, tenia que ser de esa manera.
Hoy entras en su casa y desde la puerta, puedes oír el soniquete de los palillos que usa para hacer bolillos. Se le da de miedo cualquier tipo de costura que se la meta entre ceja y ceja. Maestra de un buen numero de alumnas, se empeña en que las mujeres del pueblo no caigan en la dejadez de estar sentadas todas las tardes delante del televisor. Y aunque hay tardes que la da pereza ir, no falta nunca a su compromiso.
Ahora es experta en dar ánimos y consejos, nosotros que solemos ahogarnos en cualquier charco por pequeño que sea, somos correspondidos  siempre con su frase favorita: "de todo se sale". Y parece que no, pero al escuchar dicha frase uno se va mas tranquilo a su casa.

Todavía recuerdo aquel niño que a diferencia de sus compañeros de clase al ser preguntados por el maestro sobre lo que querían ser de mayores, respondió que quería ser como su madre. Sus amigos se reían al no escuchar repuestas como las suyas. Por ejemplo unos querían ser bomberos, otros médicos, algunos otros maestros y este niño seguía empeñado en su respuesta. El maestro le preguntó que porque quería ser como su madre y este niño, muy seriamente contestó al maestro. Mi madre con su saliva lo cura todo y yo de mayor quiero hacer lo mismo.


Hoy en día lucha junto a su marido contra la cruel enfermedad que a él le ha visitado de forma inesperada. Que decir de las parejas que soportan a estos enfermos. Hasta que no te toca no sabes lo que es eso.
 Si, es cierto que la maldita enfermedad la sufren ellos, pero los que están al lado sufren de igual manera y los toca apencar con los cambios de humor, con los dolores ajenos, que sin duda duelen mas que los suyos propios. Ahora que tocaba disfrutar y tenían todo el tiempo del mundo para ellos viene esto. No importa, este contratiempo no podrá con ella. Es demasiado fuerte para decaer. Es la portavoz del enfermo, la que le recuerda la hora de las pastillas, la que sabe el día que hay que volver a visitar al médico, la que cocina, barre y friega ademas de todo eso. Casas antiguas que requieren mas trabajo. Lanchas de cantería que son fregadas a mano como si el tiempo no hubiera pasado por ellas. Paredes "faldegadas" todos los años por culpa de las malditas humedades, que se meten en los huesos poco a poco y van destruyendo los cuerpos.

Estar al frente de una familia no es fácil y ellas son verdaderas profesionales en este asunto, mi madre, tu madre, cualquier madre. Espejos donde poder mirarnos y sentirnos bien.


Te quiero mama aunque sea tan ceporro que casi nunca te lo digo.

4 comentarios:

  1. Un pequeño homenaje a todas las madres, aunque no dudo que las de generaciones anteriores, son más merecedoras del mismo. Actualmente, ni por asomo se aproximan a lo que hemos visto de nuestras progenitoras.
    Que la salud las acompañe a todas ellas.

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  2. Termino de leer tu precioso homenaje a tu querida Madre totalmente emocionado que apenas he podido terminar de leerlo. Eres único. Un fuerte abrazo para Ti y otro para Ella de tu amigo K I KO "T A R D I O"

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  3. Que relato más emocionante,cuanto se asemeja a mi MADRE,y lo escribo en mayuscula....porque ademas de sus casi 85 años,y su dura vida vivida,incluyendo la perdida de su gran compañero de camino.....que se fué despue de 12 años durisimo sin volver a decirla te quiero ,porque se le habian olvidado las palabras.....mi madre es Grande !!!!!muchas gracias por tu amor y sensibilidad hacia las mujeres que nos han pario!!!!!!!

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  4. Precioso omenage para una madre te felicito .

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