Paseando por los alrededores del castillo, no puedo dejar de
acordarme de muchas de las frases y proyectos que tenía en su cabeza el gran
maestro y amigo, Alfonso Naharro, tristemente desaparecido.
Me rio yo de los que piden que Trujillo sea
patrimonio de la humanidad, viendo como se cae el patrimonio a pedazos. Me
resulta tristísimo ver las callejas llenas de hierbas y zarzales, aparte de la
suciedad que te encuentras, casi no queda nada de la calzada romana, la cual, sí
que es patrimonio de la humanidad, o ¿eso no?
Es que parece que queremos que nos declaren patrimonio a
edificios que a nosotros nos conviene, cuando debería de ser, o todo o nada.
Para que quede constancia de que lo que aquí escribo, me he
tomado la molestia de llevarme la cámara de fotos y hacer fotos de todo lo que
hable, para que luego no me tachen de que escribo de oídas, que aunque no viene
a cuento, los comentarios del blog he tomado la medida de revisarlos. Últimamente
parece que mis palabras duelen a más de uno y entran a insultar sin argumentos
ninguno, como si fueran mandados por alguno que no se atreve el mismo a dar la
cara. Que valientes son detrás del teclado, me gustaría verlos delante de mi
cara diciéndome lo mismo, aunque eso de esta gentuza, es imposible esperar.
El caso es que volviendo al tema, he visto como se puede
preparar un par de rutas para turistas, para los que vengan a andar, que son
muchos, lo puedan hacer por un sitio único y que en estos momentos está
abandonado como tantas otras cosas.
La ruta podía llegar desde el rio Magasca, hasta el regajo,
sito este en Huertas. Serian cuatro kilometros mas o menos, que podían arreglarse
con muy poco. Podemos acabarla ahí o empalmarla con la calleja que va a las
Huertas de la Magdalena, sería una ruta un poco más larga pero muy bonita también,
puesto que atravesaríamos el “Hendilval” (o como se escriba) que también podría
ser patrimonio.
Pienso que en dichas rutas, se podían poner carteles con
historias de Trujillo, nombres de gente que fue famosa en Trujillo, el nombre
de algún conquistador menos reconocido que los que ya sabemos, nombres de
batallas cercanas, yo que sé, cuarenta mil historias que se están perdiendo
igual que nuestras callejas y que no hace falta mucho dinero para arreglarlas.
Metidos en este berenjenal, he podido ver la famosa muralla
derruida, la cual tenía nuestro amigo Alfonso más razón que un santo, al decir
siempre que si se ha caído ha sido por el árbol que el dueño de la casa de por
dentro, había sembrado. Y lo malo no es eso, lo malo es que la muralla de
alrededor va a correr la misma suerte en nada que llueva algo en condiciones,
no hace falta ser experto para ver su lamentable estado, también tenéis fotos
para que veáis que no me invento nada. El árbol sigue en el mismo sitio y las
piedras también, si ahora vale arreglar eso diez, mañana cuando se caiga otro
pedazo valdrá veinte y así nos va, con pedir que queremos ser patrimonio
tenemos bastante, pero de mantener el patrimonio que nos queda fuera de la
plaza mayor y algún palacio, de eso no se acuerda nadie. Qué pena de no haber
emparejado con los técnicos que vinieron a evaluar la zona, era para haberlos
guiado por esta ruta que pido yo que se prepare. Hubieran salido escaldados y
seguramente, con ganas de sacudir a los responsables de tal dejadez. ¿Cómo se
puede pasar tanto del tema?
Cuando ya se me han acabado de caer los palos del sombraje,
ha sido al toparme con la iglesia de Santo Domingo, si, esa en la que mis
antepasados y los de todos los Huerteños, iban a rezar.
Que se hayan dejado caer esa iglesia entre unos y otros no
tiene perdón ninguno. Si, te dirán que ellos no han sido, que ya estaba en
ruinas cuando quisieron hacer algo, que vale mucho adecentarla y bla, bla, bla.
Pero la iglesia está en el suelo, cualquiera puede entrar y
hacer lo que quiera allí, desde expoliar cualquier piedra a pintorrear con símbolos
de cualquier esfinge todas sus paredes, una pena que no se tomen medidas
ninguna, por lo menos mantener los arcos y paredes que quedan en pie. Ya sé que
es de un particular, pero digo yo que habrá alguna fórmula para poder obligar a
expropiarle si él se lo deja caer, no lo sé.
Bueno, pues después de leer el sermón, ya podéis seguir
pidiendo que Trujillo sea Patrimonio de la Humanidad, pero solo algunas cosas
de Trujillo, otras, se seguirán cayendo poco a poco. Los que vengan dirán que
ya estaba caído y los que se fueron dirán que ellos no lo cayeron, unos por
otros, la casa sin barrer.
Las fotos son mías, están al alcance de quien las quiera.
La muralla derruida
callejas
Restos de la calzada Romana
Restos de botellones en pleno patrimonio.
HUERTAS DE ANIMAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario