viernes, 27 de mayo de 2011
Capitulo 133: El monte Sinaì (las tres encinas)
La verdad que no se como titular el capítulo de hoy, puesto que la cerca es verdad que se llama "la cerca
de las tres encinas", pero por aquellos años en el pueblo, todos o casi todos, lo conocían por el "Monte Sinaí", nombre con el cual la bautizamos nosotros.
En el Monte Sinaí, fue donde más tiempo hemos pasado seguramente durante nuestra infancia, puesto que allí teníamos el campamento base, desde allí partíamos a hacer las trastadas de cada día, era allí donde quedábamos para vernos por las tardes después del colegio.
Pensándolo ahora al cabo de tanto tiempo, no me extraña que muchos de nosotros saliéramos con oficios relacionados con la construcción, allí entre dos canchos y con los restos de cascotes, palos, tablas y alguna teja que otra, construimos una cabaña, (por llamarlo de alguna forma ) para cuando lloviera, aunque no nos quitaba mucho el agua, estábamos orgullosos de nuestro invento y de nuestra construcción, es verdad que alguna vez que otra, fue atacada por otras "pandas" rivales, aprovechando que no había nadie de nosotros por allí, llegaban y se liaban a pedradas con ella, hasta que no la tumbaban.
Con el tiempo aprendimos a defenderla mejor y era raro que no hubiera alguien por allí de nosotros siempre, sobre todo para evitar nuevamente el derrumbe.
Allí solíamos tener guardado, algún cigarro que otro, que habíamos conseguido quitar a nuestros padres, alguna caja de cerillas, porque mecheros se veían pocos por entonces; también recuerdo tener por allí escondida, alguna revista de estas "porno" (jejejejejjejeej), aunque os podéis imaginar por aquellos años que era lo que enseñaban, prácticamente nada.
Recuerdo como tuvimos un tiempo un perro allí de guardián, el perro nos le dio el hombre que venía todos los martes a vender zapatos, al cual ayudábamos a recoger nada mas venir del colegio, siempre nos daba algo de dinero, así que estábamos deseando de que fuera martes y ver venir por la mañana temprano, mientras íbamos al colegio, la furgoneta del señor del calzado.
Que largo se hacia ese día el cole, nos veíamos todos en el recreo y ya solo hablábamos de el trabajo de después, tendríamos nueve o diez años y fíjate, ya estábamos pensando solo en trabajar y ganar dinero.
Pues aquel hombre se presento un martes con aquel perro, al cual por mas que intento recordar, no me acuerdo el nombre que le pusimos, nos propuso quedárnosle alguno, pero por aquellos años nuestros padres cazadores, tenían todos siete u ocho perros cada uno, cualquiera los decía si querían otro, encima siendo un cachorro y sin saber cazar; por lo tanto, decidimos llevarle a la "cueva" del Monte Sinaí, allí con las sobras de unos y otros, robadas del cubo de los perros de nuestros padres claro está, nos dedicamos a que no pasara hambre, encima nos valía de guardián para que nadie volviera a tirarnos la choza abajo.
No recuerdo donde acabo el perro, si no le quitaron o se escapó y se fue a otro sitio, que rabia me da no acordarme de cosas importantes de aquellos años.
Por aquel entonces llegaron las fiestas del Rosario, me acuerdo de ir a Viñeros, que por aquellos años era donde más peñas comían, a pedirles sobras de comida para nuestro perro, íbamos todos los días, aunque fueran las fiestas, antes del encierro y de las capeas, iba uno distinto cada día a llevarle la comida al perro y alguna garrafa de agua, la verdad que le tratábamos mejor que a los nuestros, por lo menos tenia más cariño de todos nosotros, cuando venia venir a cualquiera de nosotros, se ponía igual que un fiera, sabía que siempre le soltábamos un rato mientras comía, luego le volvíamos a atar allí a la entrada de la "cueva".
El Monte Sinaí dejo de ser nuestro campamento el día que un hombre se ahorcó allí, si, como lo leéis, me acuerdo nada más llegar de escuela, mi madre me lo estaba ya contando: ¿Sabes? se a ahorcado allí en vuestra cueva un hombre !!!!
_¿Qué ?? Como que en nuestra cueva?? Le conteste.
_Si, allí de una de las tres encinas se ha colgado.
En vez de estarme quieto en casa, salí en busca de los amigos para contárselo, llegue tarde porque ya lo sabían todos y habían salido corriendo para "chinchorrear" lo que había pasado, de esto me acuerdo perfectamente; llegamos al lugar y estaba aquello de gente hasta arriba, el coche de la policía y el de la guardia civil, algún que otro coche mas que no recuerdo bien, tenían acordonada la zona y desde arriba no se veía al hombre todavía allí colgado, estaban esperando a que viniera el juez para descolgar el cuerpo, así que nosotros desafiando a la autoridad, nos metimos por detrás de una pared y desde allí veíamos al hombre allí colgado, recuerdo como el aire le movía todavía, nosotros decíamos, !!Esta vivo todavía!!! No ves como se mueve !!!!, (que pardillos), uno de los policías nos vio allí detrás de la pared y nos ganamos una bronca muy regular, saliros de ahí !!!! Me cago en toó !!!!, creo que alguna colleja si nos llevamos por parte del policía.
Recuerdo como haciendo el informe, les preguntaban a los hombres mayores que había allí, ¿cómo se llama esta cerca ?
Los hombres le contestaron, la cerca se llama las tres encinas, aunque hace tiempo que todos estos muchachos, la llaman el "Monte Sinaí", joder, que anchos nos pusimos todos cuando aquel guardia escribía entre paréntesis (Monte Sinaí) jejejejjeje
Las noches siguientes según cerraba los ojos, veía a ese hombre tambaleándose colgado de una cuerda, me soñé muchos días con esa escena y todo por "chinchorreros" y "mezucones".
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