Es el mejor rato antes de que cada uno enfile para su casa a cenar con los suyos. Debemos de llegar a la hora justa, ni antes, ni después.
Allí nos encontraremos con otros vecinos y con paisanos de otras partes del pueblo, que tienen por costumbre visitar todos y cada uno de los bares del pueblo. A eso de las ocho y media el bar se va despejando y allí solo nos vamos quedando los que el lugar de la cena nos cae a mano.
En ese momento Manuel con su laúd nos saca las primeras letras a los vecinos que a esa hora el alcohol nos sobra a casi todos. Pero que coño!! si todos cantamos igual de mal ¿nos va a dar vergüenza a estas alturas de la noche?
Manolito chiquito rey de los cielos, rey de los cielos.... nos venimos arriba en esa canción que todos nos sabemos. Acaban de entrar por la puerta mis vecinos "Los Manés" que hoy cenan en casa todos juntos, ahora si que estamos todos!!!
Carlos "el mayor", le pide a Manuel que le toque una de "labordeta" si puede ser que le acompañe con su laúd mientras el arranca esa tan famosa: " Habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra, que ponga Libertad... el bueno de Manuel se las sabe todas y claro que acompaña el canto de Carlos que se viene arriba y sigue con su canción favorita dedicada al "Che". Sus hermanos artos de escucharla en casa, le acompañan haciendo un coro que jamás se podría ganar la vida con eso del cante, pero que hoy, ultimo día del año, suena mejor que cualquier opera en el mejor teatro del mundo.
Tío Ignacio sigue abriendo cervezas y poniendo los últimos vinos a los mas mayores, que saben que tienen que irse un poco antes para ayudar a las mujeres a terminar de poner la mesa y abrir las botellas que esa noche caerán en la cena. Tío Juan el Pulga pide una ronda para todos, "padre pan" pone la mano encima del vaso diciendo que no quiere más, pero el Fonta le convence para beberse el ultimo chato del año. Tío Manolo no pone excusa alguna y le acerca el vaso a Ignacio para que le llene. En la cocina del bar huele a gambas y a todos nos da un poco de envidia no cenar allí con ellos y devorar esas inconfundibles gambas dignas y merecedoras de los mejores premios gastronómicos.
Negu al escuchar el alboroto se suma a la fiesta y con una botella de anís vacía, se une a Manuel para seguir cantando villancicos que jamás pasaran de moda en el llano de "Porras".
Entre canción y canción no faltan los chistes de Manuel, que la verdad tiene un don para contarlos y sacarte una sonrisa a pesar de que los chistes no pueden ser mas malos.
Tío Demetrio escurre el vaso antes de marchar y felicitar el año a todos los que nos quedamos.
!Danos otra! miramos el reloj de "raspajilón" sabiendo que el que llega después de las diez se mama la bronca.
Los que cenan en el bar también van acudiendo y no les importa esperar a que el bar se vaya vaciando para cenar tranquilos, el ambiente es el mejor que se puede tener el ultimo día del año, todos los vecinos juntos cantando y bebiendo a tutiplén.
Hoy es imposible no acordarme de aquellos momentos vividos que ya no volverán, pero que jamás olvidaremos todos los de los barrios de arriba que sin ser una obligación ni ninguna orden, sabíamos que la ultima siempre había que tomársela en Vizcaino porque eso era sinónimo de que el año no podía terminar de mejor forma.
No os preocupéis los que ya no estáis entre nosotros, desde aquí jamás os olvidaremos.
Hasta siempre.