sábado, 27 de julio de 2019

Capitulo 950: Un domingo por las Villuercas.

No se trata de ser mas que nadie, ni saber disfrutar como el que mas. Pero uno con sus miles de kilómetros en las piernas tiene la suficiente experiencia como para saber relacionar los meses del año con las rutas que se pueden hacer, no te creas que no nos ha costado lo suyo, meses veraniegos con duras y calurosas rutas que nos enseñaron muchas veces a superarnos a nosotros mismos compartiendo a veces incluso las ultimas gotas de agua que quedaban en nuestras cantimploras.

Hoy en día hemos aprendido a realizar rutas mas cortas pero intensas en verano, siempre terminando la misma con un buen chapuzón y disfrutando de aguas y lugares al alcance de muy pocas personas, cosa que nos llena de satisfacción cuando mas de uno nos pregunta por donde caen esos sitios tan bonitos a donde vamos.

Si estos sitios están todavía casi vírgenes es por el esfuerzo que hacemos todos los que vamos para que aquello una vez que marchamos, se quede como si ningún humano hubiera estado allí.

Cuesta mucho ver últimamente un solo espacio de tierra donde no habite un plástico, una lata o cualquier deshecho que la mano del hombre abandonó a su antojo. Nuestro afán siempre es traernos mas cosas en las mochilas de las que llevamos, cualquier objeto que no pertenezca al lugar se viene con nosotros. Y sabemos que si todos fuéramos del mismo pensamiento, el campo sería otra cosa.

Así es que allá por lo meses de julio  agosto esta ruta la tenemos grabada en nuestras mentes y solemos esperar hasta el día donde por lo menos cinco o seis amigos del grupo de senderismo pueden, para realizarla.


Es un verdadero placer recordar otras rutas mientras vamos caminando, contar otras que se han hecho y que alguno no ha podido hacer y reír, no parar de reír y disfrutar de nuestro precioso entorno que nos regala todos los años estos paisajes.


Y ese muerdino en un lugar mágico con miles de años de historia donde con solo cerrar los ojos a uno ya le vienen cientos de historias que seguro se desarrollaron dentro de esta cavidad.


Somos unos putos privilegiados a los que ha premiado la madre naturaleza por su amor hacia ella y su constancia en querer mantenerla limpia y nuestro premio le vamos recogiendo domingo tras domingo sabiendo que somos envidiados por muchos y observados por todos.




Y mientras nos duren las fuerzas y las ganas seguiremos cumpliendo nuestro objetivo año tras año, controlando los lugares que de tanto cariño que les tenemos los consideramos como si fueran una parte nuestra y por eso debemos de seguir cuidando.




Porque nadie sabe la sensación que a uno le queda una vez que te montas en el coche y se hace un rato de silencio dentro del mismo, donde tu mente empieza a ordenar todo lo que nos ha sucedido ese día y dentro de cada uno ese gustillo de haber podido disfrutar una vez más de una inmejorable compañía en uno de los lugares mas paradisíacos que todavía quedan dentro de nuestra hermosa Extremadura.





Nos vemos por las callejas y en verano dentro de algún charco.




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