lunes, 7 de marzo de 2011

Capitulo 65: Tia Mercedes la "Cirujeda".

Volviendo al cebadero del "Campo de las Nieves", me he acordado de otro percance que nos sucedió allí.

Era por la tarde después de venir del colegio, es curioso que nada mas llegar soltábamos los libros y nos íbamos a jugar, no recuerdo que tuviéramos tantas tareas como tienen ahora los muchachos, nos daban las tres pastillas de chocolate y medio "cuscurro" de pan y ya te despedías hasta que se encendían las luces de la calle, que todavía eran bombillas, no había focos como los de ahora, cuando estos se encendieran, teníamos que estar en casa o cerca de ella por lo menos, aun recuerdo a las madres asomándose a los postigos y llamar a voces a los hijos, eran los móviles de aquellos años, jejejejejejejj, Marco Antonio !!!!!!!!!!!!!! me acuerdo perfectamente de la voz de mi madre, como corría nada mas oírla, aunque estuviera en la plaza o el parque, la voz te llegaba y si no algún recadero que pasaba por allí y recibía el encargo de darte el "recado", te esta llamando tu madre !!!!! te decían y tu corrías mas que Ben Johnson !! jejejejej

Aquella tarde iríamos a lo de siempre, a montar a caballo o torear alguna becerra que estuviera encerrada en los corrales, algunas veces había alguna que era bastante brava y aprovechábamos para entrenarnos para cuando llegaran las fiestas del pueblo.
Recuerdo como aquella tarde nos dio por correr por los tejados del cebadero, eran de Uralita aunque ya estaban bastante cascados y era fácil que en cualquier momento se partiera alguna plancha y corriéramos el riesgo de caernos; Pues eso fue lo que pasó, había un tejado un poco mas alto que los otros y al ir corriendo teníamos que saltar al otro de mas abajo, según lo hicimos sentí romperse la Uralita y mis pies quedaron sin nada de apoyo, todavía no me explico como no me corte con la Uralita, era lo mas probable que te pasara, pero no, ese día tuve suerte, al caer al suelo sentí un dolor muy fuerte en uno de los pies, el corral en el cual me caí, estaba habitado por un toro inmenso, aunque no era bravo yo no me fiaba mucho de el, así que según le vi y con un gran dolor en el pie, logre salir de ese corral y empecé a llorar de dolor cuando estuve fuera de el.

Mis amigos se asustaron al ver desde donde me había caído, bajaron del tejado y vinieron en mi auxilio.
_Estas bien ?
_No, me duele mucho el pie, les contesté.
_Puedes andar ?
_No, me duele mucho, les respondí llorando.
_Joder, y ahora que hacemos ?
_Sacarme de aquí dentro!!! les dije.
Como buenamente pudieron, me cogieron entre todos estilo camilla y me sacaron de allí, ahora había que pensar en un plan para decírselo a mis padres y no me cayeran algunas ostias.
Me llevaron hasta la puerta del campo de futbol y allí me sentaron hasta que uno de ellos fue a llamar a mi padre para que viniera a por mi con el coche, por que yo no era capaz de andar nada, mientras, estuvimos repasando lo que le íbamos a decir a mi padre cuando llegara, se ha caído de aquí de la puerta del campo de futbol !!! decíamos todos, como se entere que ha sido del tejado me tiro sin salir seis meses de casa, los decía yo.
Ya no se si tenia ganas de que viniera mi padre a por mi, estaba acojonado por ver si se iba a tragar la trola que teníamos preparada.

Vi llegar a lo lejos el Renault 6 rojo que tenia mi padre, me fije en la cara que traía y me acojone un poco mas:
_¿Que te ha pasado ?
_Me he caído
_¿De donde ?
_De aquí de esta pared.
_Que hacías ahí subido, estas tonto ??
Yo no tenia ya mas respuestas, mis amigos estaban todos con la cabeza agachada para que no les preguntara a ninguno, no fuera a ser que alguno metiera la pata, me monto en el coche como pudo y me llevo a casa, allí estaba mi madre esperando un poco asustada a ver que era lo que tenia, el tobillo estaba ya morado y muy hinchado cuando me quite el calcetín, mi madre dijo, voy a llamar a "Tía Mercedes la Cirujeda", que venga y te lo vea ella.
_Noooo, tía Mercedes no , le dije, me había curado tantas veces, tendones, torceduras, dedos rotos, me había hecho llorar muchas veces  y solo el oír su nombre era síntoma de mucho dolor.
Mi madre me ignoro por completo y fue a llamarla, me acuerdo muy bien de las arrugas de sus manos, cuando te pasaba sus dedos arrugados por donde tenias el dolor parecían que te cortaban, pedía un poco de aceite en un vaso, se ponía tu pie en su regazo y empezaba a untar los dedos en el aceite y a darte "friegas" hasta que te colocaba lo que te habías roto o "echangado", que manera de doler aquello, era llorar y llorar de puro dolor aunque ella ni se inmutaba, seguía haciendo su trabajo hasta que ya veía que aquello estaba un poco en su sitio:
_Bueno, esto ya esta, mañana te acercas a mi casa que te vuelva a curar y en tres días estas nuevo.
_Vale, le contestaba mi madre, mañana nos acercamos........
En tres días como mucho, estabas corriendo otra vez.

1 comentario:

  1. Fonta, al final tu padre te va a dar las ostias ahora, estás contando demasiado...jejejejejeje.

    Anda que..la uralita esa tiene varias leches, hace no mucho le toco a un amiguete mio al ir a por un balón.

    Osobuco.

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