domingo, 26 de octubre de 2014

Capitulo 608: Ruta en el bosque encantado (Garciaz)



En la mañana de hoy nos volvíamos a poner en marcha y la elegida para este día era una ruta que repetimos año tras año y que no nos cansamos de hacer. Garciaz tiene un encanto especial, sus calles, sus gentes y sobre todo, su bosque. Es un autentico placer poder perderte por entre sus castaños, robles y algún que otro helecho, que hacen en esta época que dicho lugar, tenga un poco de magia.


Así en la mañana de hoy, justo un año después, volvíamos a quedar en la plaza de Huertas a las siete de la mañana. Hoy con el nuevo horario han vuelto a fallar algún que otro senderista que había confirmado asistencia. Con todo eso, nos hemos juntado once senderistas entre los que se encontraban dos nuevas incorporaciones. La verdad es que nos gusta mucho estos días en los que se une alguien a nosotros. Intentamos ser buenos huéspedes y disfrutamos todos contando "batallitas" vividas en diferentes rutas. No es por vacilar, pero seguramente que si las juntáramos todas, salia una buena enciclopedia sobre nuestras rutas y vivencias dentro de las mismas.



Después de comprar el pan para nuestro habitual muerdino de pan,  poníamos rumbo hasta Garciaz. El día prometía ser caluroso y muchos de nosotros, hemos optado de forma acertada por ir en pantalones cortos. No es habitual este tiempo, por eso quizás la ruta ha sido un poco mas dura de lo habitual. La calor era por momentos sofocante y las sombras de los castaños eran deseadas por todos los senderistas.
Dos horas y algún minuto después de haber comenzado la ruta, coronábamos en el cerro "Marco", lugar elegido desde la primera vez que hicimos la ruta, para comer nuestro habitual muerdino. Cuando llegas al mirador la verdad es que uno llega algo cansado. La ultima cuesta es dura y el trabajo de agacharte para recoger alguna que otra castaña, el cuerpo lo va notando.



Una vez recuperados nuestros estómagos, momento que muchos esperamos toda la semana, hemos continuado la marcha sabiendo que lo mas duro había terminado. Ya solo quedaba bajar buscando el pueblo y acabar de coger las ultimas castañas que nos encontrábamos según íbamos andando.
Una de las sorpresas del día ha sido encontrarnos con nuestros amigos de Almoharin, los cuales han elegido también el día de hoy para hacer esta preciosa ruta. La verdad que da gusto volver a saludar a muchos amigos de senderos, a los cuales nos une ya una verdadera amistad.


Con bastante calor y haciendo paradas técnicas para refrescarnos cada pocos kilómetros, hemos alcanzado la plaza de Garciaz, donde hemos podido conversar con algunos de los mas mayores del pueblo, los cuales sentados a la sombra, nos preguntaban por nuestra ruta. Es sin duda lo que siempre reconoceré a este pueblo, lo orgullosos que están todos sus habitantes de vivir en un lugar así. Pocos pueblos nos encontramos como este en donde sus habitantes son felices cuando senderistas, amantes de las bicicletas y cualquier forastero que se le ocurra ir, emparejan con ellos por cualquier calleja.



Otra de las sorpresas de hoy ha sido encontrarme con mi amiga en redes sociales Ana Teno, la cual es sin duda una de las habitantes de Garciaz mas enamorada de su pueblo que conozco y la verdad es que no me extraña, cuando año tras año, volvemos a sentir el encanto de dicho lugar y a rozarnos con sus habitantes a los cuales los tenemos metidos en un trocito de nuestro corazón. Gracias a todos por tratarnos así de bien. Sin duda alguna que volveremos.




Nos vemos por las callejas.












lunes, 20 de octubre de 2014

Capitulo 607: Por quién lloran los ladrillos.



Lunes, mal día según las estadísticas para dedicarte al mal pagado y poco defendido, oficio de la construcción. Polvo en el ambiente. Sudor y lágrimas, hoy sin duda mas que cualquier lunes. Impotencia, esa es la palabra que mejor define días así. Incredulidad...Y el día después. Ese día que todavía no has asimilado lo ocurrido y te crees que fue todo un mal sueño, una terrible pesadilla que te despertó de tu habitual sueño.

Gente como Manolo queda poca. Y esto lo sabemos bien los compañeros de oficio. Esas manos poco cuidadas despejaban cualquier tipo de dudas al verle trabajar. Paciencia en sus trabajos. Buen humor ante las adversidades y mira que es difícil, pero él era un maestro en ese aspecto. Herreros, yesistas, pintores, encofradores, todos conocían a Manolo. Como les iba a pasar desapercibido si era un señor dentro de las obras. De los pocos maestros albañiles que hacen que el trabajo de los demás, transcurriera dentro de la mayor de las comodidades.

Mira por donde ha tenido que ser un puto lunes, esos a los que cada semana te enfrentabas a base de insultos, el que te dijera que hasta aquí basta. Que dejes ya de trabajar que tú ya habías cumplido con esta mierda de sociedad, en la que unos se tupen de currar para no llegar a jubilarse y otros trabajando mucho menos, llevan jubilados casi desde que empezaron a trabajar. Injusticias que varias veces habíamos comentado y que justo al finalizar esas conversaciones, rematábamos los dos con la misma frase," Que les den por culo, ¿no te parece?".

Va a ser duro salir con el coche y no verte en la esquina, esperando a que te recojan para ir al curro. Desde hoy te has unido a la mejor cuadrilla de albañiles que existió, existe y existirá en Huertas. Tiene que dar gusto veros a todos trabajar donde quiera que esteis. Seguramente que no faltaran esos bocadillos de patatera con su correspondiente "gurguruto" de vino.

Siempre nos quedará tu obra y todos los que te conocíamos y te apreciábamos, jamas nos cansaremos de enseñarla a todos los que quieran venir a visitarla. No hace mucho, un grupo de amigos de Bilbao, al conocer "La abadía" en lugar de preguntarme cualquier otro cosa, se refirieron al lugar preguntándome por las manos que habían hecho esa obra de arte. Normal pensaba yo, es muy difícil que nadie pueda acercarse ni tan siquiera un poco, al saber estar y el trabajar que Manolo siempre desprendía.

Una verdadera pena tener que despedirte así, pero en está vida nadie elige su final, aunque nos duela.

Hasta siempre camarada, descansa en paz que te lo tienes bien merecido. Un abrazo a toda la familia.

Ahora ya sé, por quien lloran los ladrillos.








domingo, 19 de octubre de 2014

Capitulo 606: Ruta en Herguijuela.



Después de varios días de letargo por culpa de varias cosas, el grupo de senderistas de Huertas De Ánimas, se volvía de nuevo a poner en ruta.
El lugar elegido para el estreno de la nueva temporada ha sido una ruta en el cercano pueblo de Herguijuela, al cual me une familiarmente, por parte de abuelo materno. Cuya familia era nativa de allí. No se si por esta unión, el caso es que dicho pueblo siempre me ha caído simpático y son varios los vecinos a los que conozco y con los cuales hablo regularmente.


La ruta elegida para hoy no es muy larga, aunque si tiene varias rampas que son bastante duras. Lo bueno es que dichas rampas son ascendidas nada mas comenzar, por lo que cuando el día va templando, lo mas dificultoso te lo has quitado ya.
A las ocho de la mañana nos citábamos en la plaza de Huertas, allí once senderistas esperábamos a los mas rezagados, antes de montarnos en los coches. Pasar por la panadería y comprar pan, es parte de la monotonía de las rutas.


Un cuarto de hora después, llegábamos al lugar donde arranca dicha ruta. Con buen aparcamiento para nuestros coches, comenzábamos la ascensión. Esta ruta es de las que hace tiempo señalizó Adicomt, no estaría de mas que dieran alguna vuelta por las rutas marcadas, algunas de las cuales hemos podido comprobar con nuestros ojos, el abandono que hay sobre ellas. Hoy sin ir mas lejos, un zarzal inmenso tapando una de las callejas, ha hecho que tuviéramos que dar un buen rodeo, y gracias a un lagareño que nos ha dejado cruzar por su lagar, ha evitado que nos perdiéramos mas de lo que ya estábamos. Creo que no es nada costoso estar sobre estas cosas.


Una vez que volvimos a dar con la calleja perdida, hemos seguido ascendiendo. Este trozo de la ruta es sin duda el mas bonito y espectacular. El agua caída durante el ultimo mes, ha hecho que podamos disfrutar todos de un otoño espectacular. En dicha zona hemos visto montones de setas, espárragos, membrillos, granadas, aceitunas a punto de ser recolectadas. Higos chumbos muy maduros y sobre todo, madroños, cientos de madroños que con su fruto maduro, pintan los campos de un color rojo precioso. De uno a otro hemos ido ordeñándolos para matar el gusanillo del hambre matutino.


El premio a la ascensión son unas vistas espectaculares, las cuales dejan ver el pico de San Gregorio de una manera poco conocida para muchos de nosotros.
La hora que era nos hacía mirar a nuestras mochilas, las cuales descolgábamos de nuestros hombros y sacábamos el contenido que había en ellas. La verdad que ya echábamos de menos estos ratos reunidos alrededor de nuestras viandas, sin duda que es lo mejor de estos domingos de senderismo.


La bajada que viene marcada por el mismo lugar que la subida, hemos optado por hacerla por distinto lugar. Aburren un poco las rutas que no son circulares. Así que por uno de los lagares que nos hemos encontrado un poco abandonado, hemos cogido un camino que nos ha hecho atrochar un par de kilómetros. Con un poco de precaución por culpa de nuestros "amigos" los cazadores, hemos hecho la ruta. Puesto que nada mas comenzar la misma, desde un coche lleno de perros nos invitaban casi a abandonar la idea de hacer senderismo hoy. Que curioso que dicha ruta transcurre en su mayoría por caminos y callejas publicas, por lo que estos señores parece que no quieren aprenderse la ley de caza, la cual dice bien claro que no puedes disparar cerca de callejas ni caminos públicos. Lo de siempre y con los de siempre, una pena.



Casi diez kilómetros después alcanzábamos los coches un poco cansados pero muy contentos de haber vuelto a las sendas y caminos.


Nos vemos por las callejas.






lunes, 13 de octubre de 2014

Capitulo 605: Acabando con los mitos.


Con las letras de las canciones, tocadas por las charangas que nos han acompañado durante todos estos días de fondo, metidos en mi cabeza. Intento concentrarme en lo que quiero escribir, puesto que me interesa quedar esta cuestión bien clara. Uno se cansa de oír por el pueblo durante todo el año, el mito de que si no llueve durante las fiestas de Huertas, no son fiestas ni nada.

A muchos les parecerá bien el dicho, incluso no le molestará que caiga dicha agua, pero uno, que no sé si por suerte o no, tuve la oportunidad de pasar por la comisión de festejos durante varios años, el agua durante las fiestas nos acojona vivos. Hoy en día con las nuevas tecnologías quizás te pongas mas nervioso que por aquellos años, los cuales hasta como poco, una semana antes, no sabías el tiempo que iba a hacer durante los festejos. Eso, o hacer caso a las míticas "cabañuelas", que cada vez, entiende menos gente. Hoy en día, casi un mes antes, se empieza a escuchar por los bares del pueblo el tiempo que vamos a tener. Menos mal que por suerte o desgracia, de lo hablado y leído un mes antes, poco se cumple.

Una de las cosas que nos distingue a los Huerteños en sus fiestas, es que mas del ochenta por ciento, nos lo costeamos nosotros, por lo que hay que mirar hacia el cielo mas de lo que en realidad quisiéramos, pero no nos queda otra y espero que siga así. Por eso el mito de que tenga que llover si o si, es mas falso que una moneda de tres euros. No os podéis hacer una idea del dinero que se deja de ingresar cualquier día que le da por llover. Ademas del quebradero de cabeza que es para el comisionado el tener que variar el programa de actos o tener que buscar y modificar el lugar para realizar los mismos. Nosotros tuvimos esa desgracia un par de años y ya anduvimos todas las fiestas de cabeza.
Si ademas de que te llueva el primer fin de semana, tienes la desgracia de que te diluvie un lunes de capeas o el fin de semana último, prepárate para lo peor. Por eso me río yo de estos falsos mitos que propagan por el pueblo habitantes que seguramente no se hagan una idea, las patadas que tienes que pegar para organizar unas fiestas de esta magnitud, las cuales son envidiadas en toda la provincia, por lo menos respecto a la cantidad de ganado que se torea.

Si nos tiene que llover un día, que sea el miércoles. Ese dicho es mas real que todo lo otro que he comentado, puesto que en el tema económico, es sin duda el mas flojo a la hora de recaudar y el que menos dinero puedes llegar a perder de toda la semana.
Este año el agua estropeó varios festejos. El jueves los toros hinchables estuvieron bastante deslucidos por culpa de la abundante agua caída. El viernes ya hubo amago de agua en las capeas y el sábado fue un día desastroso a la hora de la recaudación.
El pueblo lleno de gente deseando pasar un día de capeas y te llueve justo antes de subir el encierro, por lo que mucha gente desistió de entrar en el festejo taurino.
Claro que quedan los valientes que no les asusta el agua, incluso mas valientes todavía son esas mujeres de varias edades que resisten como jabatas en sus asientos, con sus trajes y paraguas resistiendo a la mas que probable pulmonía del día después.

Se presenta un año de cambio en la comisión un poco inquietante, puesto que no he oído a mucha gente estar interesado en dar este paso al frente para hacerse cargo de este fin. Asusta un poco, claro que si. Es normal puesto que estamos hablando de unas fiestas que cada año se presupuestan mas caras. A lo mejor las hemos subido tanto entre unos y otros, que será difícil aguantar hay arriba los años venideros. Para mi eso no será objetivo de crítica para quien esté ahí metido. Siempre tendrán mi apoyo y mi mano para lo que les haga falta y este dentro de mis posibilidades. No hay que tener miedo al no poder igualar fiestas anteriores y mucho menos a cambiar algunos de los eventos o actuaciones que los últimos años se han instaurado por la última comisión. Cada uno llega hasta donde puede y es mejor no hipotecarse en hacer algo que a lo mejor dichas fiestas, no merecen.

Me encantaría que fueran miembros nuevos, que no hubieran estado nunca metidos en la comisión. Y digo esto porque fui de los que criticó hace cuatro años (y no me escondo), que volvieran ha hacerse cargo de dicha asociación, gente que ya había estado metida en ella. Puesto que con esta decisión, hacíamos entre todos que las nuevas generaciones se mantuvieran otros cuatro años mas al margen de lo que es organizar estas fiestas. Por eso confío en que este año haya varios valientes que deseen implicarse con su pueblo y con sus fiestas. Hace falta un cambio generacional en este aspecto, que no deje venirse abajo el gran ambiente que ha vuelto a renacer en las fiestas, las cuales han pasado años regulares por diversos motivos, entre otros muchos sin duda el tema económico que tanto afecta a mas de la mitad de la población.

Desde aquí nada más, solamente dar las gracias a la comisión que estos cuatro últimos años, ha sacrificado las fiestas y a su familia para el disfrute de todos nosotros. Estoy seguro que una vez que abandonen el comisionado al llegar de nuevo las fiestas, volverán a mirar al cielo y desearan con todas sus fuerzas como hacemos otros muchos que hemos pasado por ahi, que si tiene que llover, que sea el miércoles.

Hasta el año que viene, y !que la volvamos a ver!


Fotos: Jacinto Bermejo, Mercedes De fuente, Maria José Bravo y Andrea Suero.










sábado, 11 de octubre de 2014

Capitulo 604: Son aquellas pequeñas cosas.



Con el alma dividida en dos, por un lado cansados de tanta fiestas y por el otro pensando que, cuando terminen, el triste otoño-invierno se apoderará de todo lo que hay a nuestro alrededor, me paro a pensar en  todo lo leído hasta el momento sobre la fiestas y pienso que todo está escrito. Las tradiciones son así, no tienen porque variar de un año para otro, aunque si se pueden ir modificando poco a poco y arrimandolas a los años que nos ha tocado vivir.

Sin embargo todos los años me quedo con ganas de recordar pequeñas cosas que, sumadas todas, hacen posible muchos de los momentos vividos en nuestras fiestas. La verdad que haciendo recuento así por cima, tendría que estar escribiendo varios días seguidos para enumerarlos a todos.
Comenzando un par de semanas antes de que llegue octubre, la actividad en el pueblo ya cambia su rutina y se suele ver a mas gentes por las calles y como no, por los bares haciendo planes. Organizando comidas, botellones, etc. Se debate esos días el dinero a poner, donde recoger la mercancía y quien se encarga de comprarlo. Por norma, no escrita en ningún lado, cada peña tiene su gente para estos trabajos, pocas veces se cambia de titular para estos menesteres.

Otro detalle importante que no quiero dejar pasar, es sin duda el día de ir a por las escobas para el Rosario. Algunos a día de hoy todavía se creen que dichas escobas vienen solas hasta el pueblo. Pues no. Las del llano de Tío Porras, son varios vecinos los que unos años unos, y otros años otros, se implican en ir a arrancarlas una semana antes como poco. Es mejor que estén verdes para que aguanten mas rato ardiendo.

Los zapatos guardados en los armarios y que rara vez muchos nos ponemos, el domingo de la procesión salen a pasear al ritmo que lo hace la Virgen. Es fácil oír ese día quejarse a mas de la mitad de las mujeres de bojas y callos. Las tiritas salen ese día también de casa metidas en los bolsos, sabiendo que mas de una serán necesarias. Las calles aledañas al recorrido habitual de la procesión, son visitadas ese día por muchos vecinos que seguramente hasta el año siguiente, no volverán a pisar. Es una manera de atajar el recorrido y de esa manera llegar un poco antes a la iglesia para tener sitio donde sentarse.

Llegando el inicio de las capeas, toca el montaje de farolas donde, de nuevo, siempre existe el miembro habitual de cada peña que lleva "los planos". No es fácil montar ese rompecabezas, donde no puede quedar ni un solo hueco para que las vacas no se escapen. Ademas de que sean seguras las andanas donde la gente salta y baila toda una semana. Muchos hacen este trabajo sin haberse acostado. Otros madrugan mas de lo deseado para hacerlo. Las farolas se guardan cada una en un sitio y ese día se vuelven a ver todas de nuevo.

Mientras van discurriendo los días de capeas, son muchos los detalles que dejamos pasar por alto. Camisetas lavadas rápidamente de un día para otro. Desayunos habituales en los sitios de siempre. Muchas madres encargadas de guisar para mas gente y sobre todo, des interesadamente. El que trae huevos de sus gallinas, el que trae limones de su limonero. El que recoge los últimos membrillos y granás y los lleva a las capeas. El que trae un plástico y lo pone para que no nos mojemos, el que se acerca a comprar hielo, el que va en busca de las botellas, el que de uno de sus bolsillos saca una bolsa de pipas....

Cuando a los autóctonos se nos van acabando las fuerzas y las ganas, vienen de fuera "la cuadrilla de empuje" para que volvamos a recuperar las fuerzas para el último arreón. Son tantos los apretones de manos y abrazos que das este último fin de semana, que no llegas a recordar a todos los que has saludado. Gente de Madrid, de Asturias, de Bilbao, de Cadiz, de Almaraz, Moraleja, Coria, Valdefuentes, Caceres, Casar de Caceres, Torrecillas, Talavera, Navalmoral y muchos mas pueblos que me dejo atrás injustamente. Puesto que me encantaría poder nombrarlos a todos.

Todos juntos formamos estas formidables fiestas, que sin duda, seria imposible de sacar hacia adelante si no fuera por estos pequeños detalles arrimados a todos los actos ya programados por la comisión de festejo de turno, que sacrifican a sus familias y amigos para el disfrute de todos. Sin duda que debería de pasar mas gente por ella para que los pocos desarraigados del pueblo que queden, se unan a todos los que con nuestros pequeños detalles colaboramos para que nuestras fiestas, sigan siendo las fiestas de todos los que cualquier día de esta semana, quieran venir a vernos.

Lo dicho, podría rellenar folios y folios hablando de pequeños detalles de nuestras fiestas y seguramente que me quedaría siempre alguno atrás.

A rematarlas como se merecen, paisanos.









jueves, 2 de octubre de 2014

Capitulo 603: Vamonos pa Huertas, quillo!!




De nada les conocía, en lo único que coincidíamos era en las ganas de fiestas que ellos y yo, teníamos por aquellos entonces. Los pocos años que teníamos vividos hacían que quisiéramos comernos el mundo y la verdad es que poníamos mucho interés en ello. Eramos verdaderas máquinas trabajando y nada nos asustaba por aquellos entonces. Cierto es que podíamos  haber estudiado si lo hubiéramos querido, pero parecía que trabajando, uno era mas mayor de lo que aparentaba.

Una vez acabado el verano nuestros morenos iban desapareciendo rápidamente de nuestra piel. Seguramente que hasta que no volviera mayo, el color blanco presidiría los meses de otoño e invierno nuestros cuerpos.
Nuestras amigas y amigos estudiantes acababan de empezar el curso y una vez instalados cada uno en sus aulas, lo único que apetecía era salir de fiesta con los nuevos compañeros y compañeras. Las fiestas de los pueblos habían ido terminando. Muchas verbenas y fiestas en verano, pero una vez llegado el otoño dichos eventos brillaban por su ausencia.

La primera vez que escuché el nombre de Huertas de Ánimas, un escalofrío recorrió mi cuerpo.No os da miedo vivir en un pueblo con ese nombre, pregunté a mis compañeros de clase nativos de allí. Ellos reían y reían como si ya estuvieran acostumbrados a dicha pregunta. Las ganas de conocer dicho lugar apremiaban mi mente, aunque no sé si era morbo lo que yo sentía, mas que ganas de visitar un pueblo tan particular.

El hierro tiene que estar barato, me dije para mi nada mas bajarnos del coche. Había recorrido unos doscientos metros montado en el vehículo y a los dos lados de las calles, era lo único que habia podido observar. Verdes, rojos y color metal. Unos mas grandes que otros pero todos usados para el mismo cometido, me figuraba yo.

Lo primero que llamó mi atención de los habitantes de dicho lugar fue la sonrisa permanente en sus rostros. No les pegaba nada esa cara para vivir en un lugar con ese nombre. No es que me esperara muertos vivientes o zombis, pero si quizás gente mas mayor y con menos ganas de fiesta.

La primera cerveza fue vista y no vista. Las prisas por cambiar de bar llamó mi atención. Era obligatorio beber en todos los locales del pueblo. Beber y comer, porque sin duda, eso lo hacen bien.
Aquellas gambas al "ajillo" que me comí en aquel bar, el cual estaba un poco escondido, no he sido capaz de volverlas a probar en ningún sitio.Y mira que es uno de mis platos predilectos y donde las veo, las pido.

Creo que nunca he vuelto a saludar a mas gente sin conocerla de nada que aquella vez que pisé el pueblo de Huertas. Algunos, por cierto, un poco brutos saludando. Esas palmadas en la espalda eran demasiado exageradas para mi pobre estampa. Aparte de los saludos, vi demasiado exagerado el tener que beber sin ganas. No habíamos soltado una cerveza y ya teníamos otra en la barra. Mi economía no era boyante ni mucho menos, pero recuerdo el cabreo que se cogió todo el personal cuando me eché mano al bolsillo y puse encima de la barra aquel billete verde de mil pesetas, que con tanto esmero había logrado guardar en mi bolsillo. Solo les faltó pegarme para que, aquel billete verde, volviera de nuevo al lugar de donde había salido.


El cansancio se apoderó de mi cuerpo en el mismo momento en que se empeñaron en que corriéramos delante de un atajo de vacas. Mira que habían comido y bebido y no veas como corrian hasta los viejos del lugar. Era increíble verles con esas caras de velocidad subir calle arriba hasta una plaza cerrada de barrotes, donde la multitud chillaba según entraba la gente.

Mi poca costumbre a la hora de beber fue haciendo estragos en mi cuerpo, y las vacas cada vez las veía peor. Las capeas por fin terminaron y mi gozo por irnos a descansar se vió de nuevo en un pozo. Ahora nos vamos a la discoteca, me dijeron.
¿Como? ¿Bailar ahora? eso no era bailar, eso era brincar, saltar, a la vez de seguir bebiendo y bien rebozados de la arena de las capeas, formamos un potingue en nuestras ropas que nos quedabamos pegados en cualquier lugar.

No recuerdo como llegué a casa ni quien me llevó. Solo se que a la mañana siguiente, a eso de las diez, cuatro amigos de mis amigos estaban llamando a la puerta para que yo me levantará y nos fuéramos no se donde a comer algo. Yo quería, pero mi cuerpo no podía. Pedí una prorroga y me la concedieron hasta las doce, donde ya me tuve que levantar si o si. No podía ser pensaba yo. Otra vez van a realizar el mismo ritual que hicieron ayer. Pero...como tienen cuerpo para tantas fiestas??

A partir de aquel año, miro a los lados y digo en voz alta cuando llega octubre: !Vamonos pa Huertas, quillo! y mas de un año he sido capaz de engañar a algun amigo, el cual me recuerda siempre aquella primera vez que pise aquel pueblo de nombre extraño, donde sus habitantes ni son zombis, ni mucho menos fantasmas...


Capítulo 1014: El duelo hay que pasarle sólo.

 No han dado las nueve de la mañana y ya suena la puerta de casa, antes de salir a la calle su primer pensamiento va hacia ella. Ahora mismo...