lunes, 31 de octubre de 2016

Capitulo 776: Juntos de nuevo.


Intenté seguir tus pasos aun a sabiendas que haría daño a mucha gente. Pero no vi ningún sentido a la vida desde que tú caíste enferma.
Todo se me hizo de pronto oscuro y las ganas mías de que te pusieras pronto buena, no fueron suficientes para que cambiara tu salud.

El dolor que sentía cada uno de los días en los que tu te alejabas un poco mas de entre nosotros, no se lo recomiendo a nadie. Mis visitas al medico no servían para nada, tan solo la palabra "demencia" me alegraba un poco. Yo quería estar loco para el resto de la gente, pero cuerdo para estar a tu lado en tu dolor. Te ibas y yo no podia hacer nada y tus quejidos y lamentos fruto de la maldita enfermedad, se metían todas las mañanas en mi cabeza. Me veía en la obligación de salir a pasear con las primeras luces del alba. el encontrarme con los vecinos me distraía un poco, aunque sus palabras eran para preguntarme por tu estado. Mis contestaciones les dejaban tranquilos a ellos y a mi me dejaban una incertidumbre en el cuerpo, al no saber si hacia bien o mal, a la hora de decirles que estabas un poco mejor.

Para mi tu mejoría era que dejaras pronto de sufrir. No te merecías ni un segundo mas ese dolor. Nadie se merece un final así, ni siquiera el peor de nuestros enemigos y mientras pensaba en ello me venía a la memoria todos y cada uno de los momentos que vivimos juntos.
Entre penas y tristezas, siempre hubo sitio para alegrías y buenos momentos. Nos quisimos tanto que jamás tuve ojos para nadie mas. Tu eras mi luz y mi guía. Tu eras la vela que alumbraba mi camino. Tu eras quien ponía la pausa a los momentos duros que nos tocaron vivir.

Y aquel día que dejaste de sufrir, la mitad de mi vida se fue contigo. La otra mitad era cuestión de tiempo que se reuniera junto a ti. De aquí para allá también sufrí dolores, no quise que tu fueras la única que padeciera y poco mas de un mes después, he decidido que ya no podía aguantar mas a este lado de la vida.

Ya estamos de nuevo juntos. Lo poco que hemos estado separados, me ha parecido una vida entera.
Juro que jamás volveré a dejarte sola, porque sin ti la vida no tiene sentido....

A mis vecinos Paca y Manolo. Descansen en Paz.

domingo, 30 de octubre de 2016

Capitulo 775: Peregrinamos a Garciaz.



Un año mas como si de buenos devotos se tratara el cuento, nos volvimos a desplazar al bonito y coqueto pueblo de Garciaz, para una vez allí realizar la ruta que existe por el famoso y precioso bosque encantado. Y es que a pesar de ir todos los años, uno no se cansa de caminar por estos lares, puesto que cada año que vamos, el paisaje nos vuelve a sorprender.


Con el tema del cambio de horario en la mente de todos, pusimos la hora de salida a las siete y media y a pesar que el cambio era a favor, tuvimos que esperar a un rezagado que se lio entre adelantos y atrasos y no se quedó en tierra de milagro.
Cinco íbamos en el coche que pusimos en marcha una vez recuperado el senderista despistado y la siguiente parada era comprar el pan para el posterior muerdino. Un par de medios sería suficiente para quitarnos el hambre algunas horas después.




Por culpa de las obras en la carretera que va de Conquista a Garciaz, hemos tenido que ir por la que sale de Madroñera a Garciaz, por la cual hacia bastante tiempo que un servidor no pasaba.
Con el sol de cara el viaje resultaba un poco incomodo y alguna bruma matinal también nos ha molestado un rato. Pero pronto estábamos aparcando en la plaza del pueblo para desde allí y colgadas las mochilas, comenzar la ruta con ganas.




Cuando emparejas con amigos que hace tiempo que no caminas con ellos, la ruta es mas entretenida, puesto que nos vamos contando cosas de aquí y de allí incluidos nuestros problemas e inquietudes. Por eso los primeros kilómetros los hacemos casi sin darnos cuenta y pronto alcanzamos el pantano de la localidad, donde han preparado un bonito merendero con columpio para ir a pasar un rato en este bonito lugar. Un acierto por parte de las autoridades, ahora solo queda que el pueblo lo use y lo respete.




La temperatura era tan primaveral que hemos hecho algunos toda la ruta en camiseta y por momentos sudando como pollos. Sobre todo en la ultima cuesta que nos quedaba para llegar al punto mas alto de la ruta, que por otro lado, es el mejor lugar para comerse el muerdino. Con un poco de aire que corría era la temperatura justa para buscar un sitio entre sol y sombra para no enfriarnos y cómodamente, sin prisas y saboreando todos los productos, echar uno de los mejores ratos del día.

Una vez recogido todo el campamento hemos continuado caminando y de vez en cuando hemos podido recolectar alguna que otra castaña que había caído del árbol. Aunque es verdad que hay muy pocas y la mayoría son muy pequeñas. Además, también hemos recogido algún parasol que por lo menos nos dejaran probarlos este año, a pesar de lo poco que ha llovido esta tierra siempre te recompensa con alguna seta que otra.


Y así kilometro a kilometro, hemos ido recortando la distancia que nos separaba del pueblo con bastante calor en el tramo final, y eso que hemos hecho la bajada añadiendo una variante y pasando por un pilón lleno de agua donde hemos podido refrescarnos un poco.


Cuando las dos marcaban los relojes, estábamos descargando los hombros y metiendo las mochilas en el coche. Luego, una cervecita en uno de los bares del pueblo para hacer mejor el retorno, saludos a amigos de Garciaz y vuelta a Huertas de Ánimas, donde cansados hemos llegado a nuestras casas.

Nos vemos por las callejas.







jueves, 27 de octubre de 2016

Capitulo 774: Metido en mi cabeza.


Volver al mismo lugar donde pasamos tantas horas trabajando juntos fue duro. Casi sin darme cuenta donde estaba, los recuerdos vinieron a mi mente de forma rápida uno tras otro y detrás de ellos, siempre venia tu cara, tu voz, tus risas y tus cabreos. Porque tú eras una persona normal y corriente como casi todos pero con la excepción de ser un magnifico compañero, esa virtud la he encontrado en muy pocas personas y mira que me he cruzado con bastantes en este oficio nuestro.

Para ti primero estaba el resultado del trabajo y luego en un lugar muy recóndito estaba quien lo había realizado. Nunca te gustó ponerte medallas y mucho menos si a ti no te pertenecían. Fueron muchas las veces que diste la cara por alguno de los torpes peones que siempre nos asignaban a los dos y que sin duda tú dominabas mejor que yo. Tu paciencia con ellos a mi me asombraba, porque cada día nos daban mas motivos para pasar de ellos y dejarles que hicieran lo que ellos quisieran, pero en ese momento llegabas tú y con tus suaves palabras, acababan por hacerte caso. ¿Aprender?...eso ya era imposible.

Miro hacia un lado de la habitación y te veo por momentos subido en el andamio luciendo el techo de la misma. Miro hacia el patio y te vuelvo a ver preparando el emboquillado. Estoy apunto de asomarme a la calle para ver si está allí tu coche, al darme cuenta de que son ilusiones mías me vengo abajo y me aborda la nostalgia y la pena.

Y es que aun me sigo preguntando el por qué de aquella decision tuya. Aquel nueve de enero que quisiste dejarnos para siempre. Y no, hoy no es aniversario de nada, pero yo me acuerdo de la gente cuando quiero, sin esperar a ninguna fecha en concreto.

Termino mi trabajo en aquel lugar y me voy triste, me voy apenado y sin ganas de sonreírle a nadie. Solo tú tienes la culpa de mi estado de ánimo y lo sabes. Incluso parece que hayas estado allí a mi lado todo el rato que duraba la pequeña reforma que he hecho. ¿Como quieres que esté concentrado en lo que estoy haciendo?...

Si a la gente buena no se la olvida nunca, tu, amigo, eras de clase superior, aunque sabes que nunca te podré perdonar que te fueras sin despedirte y de aquella manera, la cual cinco años después, me sigue quitando el sueño de vez en cuando...
por qué??

miércoles, 26 de octubre de 2016

Capitulo 773: Fin de semana en Asturias, (Ruta del Cares)



Una vez recapitulados todos y cada uno de los momentos vividos durante el último fin de semana, voy a intentar describir nuestras vivencias por tierras asturianas, donde sin duda merece mucho la pena ir.







Gracias a nuestra agencia de viajes favorita, con nuestra amiga Paqui al frente, decidimos organizar con bastante tiempo de antelación, una excursión para realizar la famosa ruta del Cares. Con mucho éxito de acogida fuimos rellenando las plazas del autobús y como suele pasar siempre, hubo gente que se quedó sin ir por esperar hasta última hora. No es nada fácil conseguir que cincuenta y cinco personas cada uno de su padre y de su madre, con sus manías y con sus defectos, logren estar tantas horas juntos en un espacio tan pequeño. Pero una vez acabada la excursión, podemos decir bien alto que lo logramos y que hemos pasado un fin de semana espectacular.










A las doce de la noche del viernes, una fina lluvia nos despedía en la avenida. Parecía un síntoma premonitorio de lo que nos podía pasar en tierras asturianas, pero nada mas lejos de la realidad y como si el tiempo quisiera estar cambiado, no volvimos a ver llover apenas nada, hasta que no estábamos de vuelta.








Los viajes largos hay que tomárselos con mucha filosofía, intentando lograr que no se te hagan demasiado duros y matando el tiempo de cualquier forma posible. La realidad es que quien logre dormirse en el bus, será el que mejor viaje haga, pero somos muchos los que el sueño nos abandona una vez estamos sentados en nuestro asiento. Hablar, reír, compartir, callar, cerrar los ojos, leer carteles. Un bache, un frenazo, adelantamientos, algún ronquido (que envidia). Y tres horas después, primera parada. ¿Que tomar a esas horas?. Café te espabila. Cerveza, te espabila las ganas de mear y ante la duda cada uno se toma lo que le apetece. Algunos ni siquiera se bajan del bus, que suerte viajar así....




Una vez en nuestros asientos una triste película nos adormece un poco, pero sigo sin conciliar ni un minuto de sueño.
Y cuando parece que voy a ser capaz de dormir algo, los que llevan bastante tiempo conciliando el sueño, comienzan a despertarse, logrando que los demás los acompañemos en su desvelo.
Pronto toca hacer otra parada y ya vamos viendo carteles que nos anuncian que vamos avanzando en nuestro camino. Las primeras luces del alba nos llegan estando en el bonito y limpio pueblo de Riaño, donde paramos a desayunar.
Aunque no vamos cumpliendo con los horarios establecidos, el desayuno le hacemos tranquilamente, no es cuestión de que las prisas nos agobien y a la vez, nos fastidien el fin de semana que tenemos por delante.

A eso de las nueve y media estábamos en el pueblo de Posadas de Valdeón, el cual pertenece a la comunidad de Castilla y León, encuadrado dentro de los picos de Europa. Desde allí los mas valientes comenzábamos la ruta. Casi todo el autobús lo hicimos. Fueron pocos los que se desplazaron en furgonetas hasta Caín, para esperar nuestra llegada y comenzar todos la famosa ruta del Cares.







Desde Posadas a Caín ruta ,pudimos disfrutar de una ruta cómoda y bonita, llena de unas vistas espectaculares, donde el color verde predominaba por encima del resto. Con una temperatura excelente, nos fuimos quitando ropa del cuerpo y unos nueve kilómetros después, estábamos llegando al pequeño pueblo de Caín, donde nos esperaban los demás compañeros de viaje.
Charlando con nuestro guía, decidimos de comernos el muerdino justo allí, para no perder la costumbre, aunque la verdad que era un poco tarde.



De este rato la fotografía lo dice todo, viandas de nuestra tierra que están igual de ricas en cualquier sitio que te las comas.












Y una vez recogido el campamento, comenzamos la impresionante y famosa ruta del Cares, donde el terreno que nos va saliendo al paso nos va quedando mas de una vez con la boca abierta. Y es que si una zona te impresiona, la siguiente que vas andando te impresiona aun mas y la cantidad de gente que te vas encontrando por el camino nos indica que debe de ser la ruta mas transitada de todas las que existen en España.
En ambos sentidos la gente de aquí para allá. Unos hacen ida y vuelta, otros por el contrario negocian con otros senderistas y optan por intercambiarse las llaves de los coches, para de esta forma ahorrarte unos cuantos de euros o unos cuantos de kilómetros. Me pareció una idea estupenda aunque muchos no se fíen a la hora de realizarla.


















Alguna cuesta que otra nos va haciendo entrar en calor y aunque a veces algún nublado nos acojone un poco, no nos llega a llover apenas nada, por lo que en manga corta hacemos todo el trayecto.
Unos mas deprisa, otros no tanto y los mas rezagados van llegando poco a poco a Poncebos, donde en una cafetería, nos refrescamos las gargantas esperando a todo el grupo.
Sin duda que podía describir mucho mas la ruta en cuestión, pero me resulta mas impactante poner todas las fotos del lugar. Y no están todas, puesto que al regreso pude comprobar como la cámara echaba humo y unas cuatrocientas fotografías andan pululando por mi ordenador. Una verdadera pasada el lugar. Por mucho que te cuenten jamás te puedes imaginar lo que uno siente caminando por los picos de Europa.























Una vez todos en el autobús vamos comentando nuestra experiencia y es verdad que para algunos la ruta se hace un poco dura. puesto que a todos los kilómetros andados, debes de añadir la paliza de viaje y las horas sin dormir. Pero eso no es impedimento para una vez en el hotel, situado en el bonito pueblo de Cangas de Onis, las penas nos las quitemos con unas deliciosas "fabes" que nos saben a gloria. Una ducha y algo de descanso, aunque algunos prefieren salir a conocer el turístico pueblo y degustar lo típico del lugar, la sidra que no podemos dejarla atrás.
Y a las diez menos cuarto estábamos cenando. Después algunos optan por irse a dormir, cansados de la ruta y otros salen a conocer la noche de Cangas....


































El domingo por la mañana una vez desayunados, nos vamos a conocer el santuario de Covadonga, un lugar precioso y muy turístico. Con otro día espectacular que nos ha salido la gente va de aquí para allá y algunos se acercan a conocer los famosos lagos. Con mucha suerte logran verlos a la perfección.

Llegada al hotel para retirar las maletas y de nuevo nos pateamos Cangas, con la suerte de que se celebra un curioso mercadillo que logra entretener a muchos, otros matan el tiempo despidiéndose de la sidra, hasta que nos da la hora de comer, lo cual hay que hacer rápidos que a las tres de la tarde hay que volver a montarse en el autobús, para retornar a nuestra tierra.

El viaje de vuelta es mucho mas entretenido. Ya hemos cogido todos confianza y nos reímos de esto y aquello, de aquel resbalón en la ruta o de aquel muñeco que escancia la sidra como nadie. Y vamos recortando kilómetros a nuestro viaje y parando un par de veces, llegamos antes de la media noche al pueblo, donde de nuevo y aunque no se lo crean ustedes, nos recibe la lluvia...

Cansados pero contentos, con sueño y agujetas pero encantados con lo vivido y deseando de preparar pronto otra ruta, para de esta manera conocer otro lugar, otras gentes y otros compañeros de viaje y senderismo, puesto que es lo que nos gusta y hay que luchar por ello.














Nos vemos por las callejas, aunque sean asturianas también.
Gracias a todos los que os montasteis en ese autobús.















Capítulo 1014: El duelo hay que pasarle sólo.

 No han dado las nueve de la mañana y ya suena la puerta de casa, antes de salir a la calle su primer pensamiento va hacia ella. Ahora mismo...