sábado, 30 de diciembre de 2023

Capítulo 1013: La Última, en Vizcaino.

 



Es el mejor rato antes de que cada uno enfile para su casa a cenar con los suyos. Debemos de llegar a la hora justa, ni antes, ni después.

Allí nos encontraremos con otros vecinos y con paisanos de otras partes del pueblo, que tienen por costumbre visitar todos y cada uno de los bares del pueblo. A eso de las ocho y media el bar se va despejando y allí solo nos vamos quedando los que el lugar de la cena nos cae a mano.

En ese momento Manuel con su laúd nos saca las primeras letras a los vecinos que a esa hora el alcohol nos sobra a casi todos. Pero que coño!! si todos cantamos igual de mal ¿nos va a dar vergüenza a estas alturas de la noche?

Manolito chiquito rey de los cielos, rey de los cielos.... nos venimos arriba en esa canción que todos nos sabemos. Acaban de entrar por la puerta mis vecinos "Los Manés" que hoy cenan en casa todos juntos, ahora si que estamos todos!!! 

Carlos "el mayor", le pide a Manuel que le toque una de "labordeta" si puede ser que le acompañe con su laúd mientras el arranca esa tan famosa: " Habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra, que ponga Libertad... el bueno de Manuel se las sabe todas y claro que acompaña el canto de Carlos que se viene arriba y sigue con su canción favorita dedicada al "Che". Sus hermanos artos de escucharla en casa, le acompañan haciendo un coro que jamás se podría ganar la vida con eso del cante, pero que hoy, ultimo día del año, suena mejor que cualquier opera en el mejor teatro del mundo.



Tío Ignacio sigue abriendo cervezas y poniendo los últimos vinos a los mas mayores, que saben que tienen que irse un poco antes para ayudar a las mujeres a terminar de poner la mesa y abrir las botellas que esa noche caerán en la cena. Tío Juan el Pulga pide una ronda para todos, "padre pan" pone la mano encima del vaso diciendo que no quiere más, pero el Fonta le convence para beberse el ultimo chato del año. Tío Manolo no pone excusa alguna y le acerca el vaso a Ignacio para que le llene. En la cocina del bar huele a gambas y a todos nos da un poco de envidia no cenar allí con ellos y devorar esas inconfundibles gambas dignas y merecedoras de los mejores premios gastronómicos.

Negu al escuchar el alboroto se suma a la fiesta y con una botella de anís vacía, se une a Manuel para seguir cantando villancicos que jamás pasaran de moda en el llano de "Porras".

Entre canción y canción no faltan los chistes de Manuel, que la verdad tiene un don para contarlos y sacarte una sonrisa a pesar de que los chistes no pueden ser mas malos.

Tío Demetrio escurre el vaso antes de marchar y felicitar el año a todos los que nos quedamos.

!Danos otra! miramos el reloj de "raspajilón"  sabiendo que el que llega después de las diez se mama la bronca.



Los que cenan en el bar también van acudiendo y no les importa esperar a que el bar se vaya vaciando para cenar tranquilos, el ambiente es el mejor que se puede tener el ultimo día del año, todos los vecinos juntos cantando y bebiendo a tutiplén.

Hoy es imposible no acordarme de aquellos momentos vividos que ya no volverán, pero que jamás olvidaremos todos los de los barrios de arriba que sin ser una obligación ni ninguna orden, sabíamos que la ultima siempre había que tomársela en Vizcaino porque eso era sinónimo de que el año no podía terminar de mejor forma.

No os preocupéis los que ya no estáis entre nosotros, desde aquí jamás os olvidaremos.

Hasta siempre.










martes, 12 de diciembre de 2023

Capítulo 1012: Volver al "Tinao".



 

Fue entrar en aquel lugar echar un vistazo alrededor y pronto comenzar la cabeza a recordar tiempos pasados.

De repente vi a tío Ángel con su banqueta en la mano y en la otra un cubo de cinc, que colgaba del brazo. Iba camino de las pilas de cantería en las cuales se veía el pienso que echaba a las vacas suizas mientras las ordeñaba. Era la única manera de que se estuvieran quietas y no peligrara el cubo lleno de leche. Se daba buena maña para ordeñar a mano y aunque ya había maquinas en algunas explotaciones, sus vacas tardarían en ver dicho artilugio mientras Tío Ángel siguiera trabajando allí.

Con el cigarro apunto de llegar al filtro, todo se pagaba y había que apurarlos al máximo según él, o ¿acaso te regalan las boquillas? pues se está poniendo a un precio el ducados que vamos a tener que volver al caldo de gallinas, aunque una vez que nos empicamos a lo bueno, cualquiera vuelve a fumar esa pólvora.

Tuvo que ser un domingo como otro cualquiera cuando en lugar de ir a misa de doce, los amigos y yo atravesábamos el resbaladero a la carrera para que nos vieran los menos vecinos posibles, no fueran con el cuento a nuestras madres y ya la tuviéramos liada al volver a la hora de comer.

Debíamos de llamar fuerte a la puerta, puesto que a tío Ángel le gustaba atrancarla por dentro, así evitaba que se colara nadie en el tinao mientras el andaba de aquí para allá a sus quehaceres.



Si nos escuchaba pronto no tardaba en abrir, imaginaba por la hora que era que seríamos nosotros y quieras o no, le veníamos bien a la hora de ordeñar, aunque más de alguna vez nos echara la bronca por enredar con las vacas o con los chotos pequeños, a los cuales les poníamos el jersey delante imitando ser Manolete o Curro Romero. Como si los suizos fueran bravos...

Siempre nos dejaba ordeñar alguna vaca, por lo general a la más mansa que era la vaca que mas quieta se estaba aunque la tocaran manos a las que no estaba acostumbrada. De paso el trago de leche directamente de la teta era obligatorio aunque siempre lo hacíamos cuando Tío Ángel no miraba, por si se le soltaba la mano y la colleja no había Dios que nos la quitara.

Cuando terminaba una vaca, nos tocaba sacarla fuera y entrar otra, mientras otros llenaban la pila de pienso, siempre haciendo caso a las indicaciones del vaquero.

Tío Ángel era un hombre encorvado que andaba más deprisa que lo que le daban de si las piernas, pero era el hombre mas bueno y cariñoso que ningún niño de aquella época podía encontrar en todo el pueblo.

"Llévate unos calostros para tu madre, que seguro que le gustan", nos decía cuando paría alguna de las vacas que tenía, o tráete mañana la lechera que te lleves leche por haberme ayudado. Ese era aquel hombre encorvado que tantos y tantos domingos nos enseñó muchas mas cosas que el evangelio según San Lucas o San Mateo, los cuales andábamos luego preguntando a alguno de los amigos que si habían ido a misa, por si tocaba examen de religión en casa mientras comíamos...

Que gusto da volver a lugares que frecuentamos de pequeños, aunque estén en ruinas la mitad de ellos.








Capitulo 1015: Finde en Nerja.

  Había ganas de volver a juntarnos con los amigos de las excursiones, que a más de uno solo vemos cuando nos montamos en el bus. Y es que s...