jueves, 4 de agosto de 2011

Capitulo 193: Veintiseis minutos de siesta.




Es lo que recomienda por lo visto la NASA, después de hacer un estudio.

Después de escribir la entrada de ayer en el blog sobre lo rural y lo urbano, me estoy dando cuenta que todo gira últimamente alrededor de lo rural, si, de lo inculto según el diccionario de nuestra lengua, hasta los tíos de la NASA vienen a decirnos a los hombres de campo, la siesta que nos debemos de echar, como si nuestros abuelos no lo supieran ya hace mas de 70 años, que lo mejor que había para el cuerpo, era echar un “picón” en el sillón después de comer.

Es curioso como en los tiempos que corren, tiempos en lo que está todo globalizado, vienen ahora a enseñarnos cosas que sabemos de toda la vida en los Pueblos, ¿Quien no ha echado un picón de esos minutos y se ha levantado como nuevo?? 

Lo que más me jode es que tengan que ser veintiséis minutos precisamente, no pueden ser ni veinticinco, ni veintisiete, tienen que ser lo que dice la NASA y claro está, lo que dicen los Americanos esta siempre por encima de cualquier otro que comente lo contrario.

Pues me niego señores Americanos a que nos tengáis que decir lo que debemos de dormir, mandareis en las bolsas, en los mercados, en la “prima de riesgo”, en todas las guerras que hay en el mundo, siempre estaréis presente (por desgracia), pero en el tema de la siesta………….. Ese tema no me lo toquéis por que habéis llegado tarde, ya podéis tener todos los adelantos que queráis, porque en ese tema, se os han adelantado hace muchos años, cuatro hombres de pueblo, que no sabían leer ni escribir, pero que después de comer todos los días, se “arrecostaban” en el sillón, en la silla o debajo de una encina el tiempo justo para poder seguir segando hasta que perdían el sol de vista, unos días serian veinte minutos, otros días veinticinco y seguramente que más de un día serian veintiséis los minutos que estaban debajo de aquella encina, nunca les hizo falta hacer ningún estudio para ello, sabían por si solos que si las siestas eran más largas, se levantaban “tullidos”, con muy mala uva y luego por las noches no eran capaces de conciliar el sueño, aparte de la bronca que se llevaban del “señorito” correspondiente, este como se echaba mas de veintiséis minutos, nunca fue un hombre espabilado, siempre parecía que estaba cansado y nunca pudo llegarles a sus empleados, a la suela de los zapatos.


Estos americanos con su estudio han llegado a la siguiente conclusión, que si duermes los minutos que dicen ellos de siesta, puedes mejorar un 34% el rendimiento y un 54% el estado de alerta, vamos, que puedes estar más espabilado luego, lo dicho, lo que sabían nuestros tatarabuelos hace montones de años nos lo han descubierto ahora estos “chavales” de la NASA.

También dice el estudio, que esta práctica en los niños y los ancianos es fundamental. Así en los niños menores de cinco años la siesta es una práctica estrictamente necesaria para el desarrollo físico y neurológico.

Visto el tema, cualquier día de estos sacan a la luz otro estudio en el cual van a decir que dormirse unos no sé cuantos minutos antes de comer, viene mal para el cuerpo, porque luego estarás cansado el resto del día, seguramente que no saben que el picón ese de antes de comer ya tiene su nombre hace cientos de años, seguramente que ellos lo llamaran de otra manera pero a nosotros no nos podrán engañar, puesto que sabemos el nombre, si señores americanos, lo próximo que inventen ustedes será la “siesta del burro”, pero siempre habrá algún “urbano” que todavía a estas alturas, no sabrá ni para donde esta “canteado” y seguramente se quede flipado con el estudio; pero no se les ocurra venir a ningún sitio rural a presentarle, porque nos podemos reír de vosotros por muchas “maquinarias” que hayáis inventado y por muchos estudios que tengáis a vuestras espaldas.

Me voy a echar un “piconcillo” ahora mismo, adiós.

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