Capitulo 348: Visitas agradables.

La vida sigue su curso y lo mejor que podemos hacer es agarrarnos a noticias que puedan por lo menos cambiarte el ánimo, por simples que parezcan a priori. Recibir visitas de amigos es una cosa buena, mas aun si los que vienen a verte lo hacen desde bastante lejos, pues la alegría es doble.

Parece mentira lo que puede llegar a ser una amistad verdadera, de esas de las que se tienen pocas pero que a la vez son necesarias, puesto que siempre hay cosas que contar, que lo mismo a los amigos más cercanos por parecerte una obviedad no les cuentas.

 Hace ya más de seis años que nos conocemos y sabemos los dos que mientras vivamos, esta amistad perdurara entre nosotros y estaremos ahí siempre que nos necesitemos, para lo bueno y para lo malo, quizás para esto último estaremos antes que para lo primero, porque sabemos que es cuando más se necesitan a los amigos y tu nunca fallas.

Ha sido un verdadero placer conocer a tus sobrinos de los que tanto me tienes hablado y los cuales te han robado el corazón y algo más (jejeje), desde que aparecieron en tu vida. Tu hermano, que decir, que siendo hermano de quién es será imposible que sea mala gente al igual que tu cuñada, lástima que las visitas casi siempre tengan que ser tan cortas por culpa de las obligaciones de cada uno, pero bueno, lo importante es seguir estando en contacto y vernos cuando podamos.

Para los incrédulos que les parece imposible que se puedan hacer amigos por medio del fútbol o por medio de las redes sociales, este es un vivo ejemplo de ello, de conocernos de nada a ser amigos para siempre.

Gracias Jesús por todo, por querer a mis padres como si fueran familia tuya, por querer a mis peques con ese cariño y ese trato tan especial que tienes solo tú con los enanos y en definitiva por estar siempre ahí.

Seguiremos en contacto y la próxima visita espero hacerla yo, que ya me toca, aunque a día de hoy sabes que esta difícil pero nunca imposible.

Un abrazo a toda tu familia.

P.D: La foto de hace algunos años en la Ermita de Huertas, el día que aprendiste lo que eran los calambucos. jejejejej