lunes, 16 de abril de 2012

Capitulo 276: Iñigo Cabacas, justicia.







El pasado 5 de Abril, tras una carga desmesurada de los antidisturbios en Bilbao, posterior al encuentro de fútbol entre el Athletic y el Schalke 04, un joven seguidor del Athletic, Iñigo Cabacas (Q.E.P.D.), murió debido al impacto de una pelota de goma lanzada por un antidisturbios del cuerpo de la Ertzaintza. Entró en coma ese mismo jueves y falleció cuatro días después, el lunes 9 de Abril, por irreversibles daños cerebrales causados por la pelota de goma.

Fue pasados cuatro días cuando el señor Rodolfo Ares, Consejero de Interior del Gobierno Vasco, salió a dar explicaciones sobre el suceso en cuestión. En esa primera comparecencia, se exculpó a la Ertzaintza con declaraciones que dejaban entrever que Iñigo ya estaba herido cuando llegaron los antidisturbios, a pesar de que las versiones de muchísimos de los centenares de testigos presentes, que coincidían a la perfección, decían todo lo contrario. También se dijo que la Ertzaintza cargó en respuesta a la violenta reacción de los presentes a la aparición de la policía. También en este caso, las numerosas declaraciones de los testigos afirman lo contrario, es decir, que no hubo motivo alguno para cargar, porque no había protesta o altercado alguno.

Pocas horas después salió a la luz el resultado de la autopsia, que determinó que Iñigo falleció por el impacto de una pelota de goma, lanzada desde muy cerca, probablemente 20 metros o menos. Después de este hecho, el señor Rodolfo Ares volvió a comparecer, y volvió a recitar un discurso que seguía la misma línea, enrareciendo además el ambiente haciendo alusiones a ideologías políticas que nada tienen que ver en este caso, variando la versión de los hechos y contradiciéndose en repetidas ocasiones. Todo ello, como todos sabemos, forma parte del manual básico de cualquier manual de distracción que se precie.

Resumiendo, tenemos a un chico que no tenía ninguna culpa de nada, que se ha ido para siempre. Tenemos a unos padres que han perdido a su único hijo. Tenemos a unos amigos que han perdido a su compañero. Tenemos a una afición, la rojiblanca, dolida por esta innecesaria pérdida. Tenemos la solidaridad de mucha gente desde muchos sitios, que piden JUSTICIA y que SE DEPUREN RESPONSABILIDADES. Tenemos un escenario en el que la policía ha sesgado la vida de un chico inocente. Y, sobre todo, tenemos muchísimos testigos que vieron lo sucedido, y cuyas versiones de los hechos coinciden plenamente.

Hoy, 11 días después de los hechos, el señor Ares no ha probado ninguna de las versiones que contó. Simplemente ha dicho que se depurarán responsabilidades, "si las hubiera" (sic). ¿Cómo que si las hubiera? Hay un chico muerto por un pelotazo que, por cierto, no se debería utilizar ya porque la Unión Europea ya recomendó su retirada para el año 2012, debido al peligro que suponía su utilización. 

Le podía haber tocado a cualquiera de los cientos de aficionados que estaban en la zona, CUALQUIERA. Había jóvenes, gente mayor, niños, mujeres... de todo. Y le tocó a Iñigo, como podía haberle tocado al que estaba a su lado, o al otro, o a otro... a cualquier aficionado del Athletic, a cualquier aficionado rival o a cualquier persona que pasaba por allí y se vio en medio del lío. La brutalidad policial no se para a mirar en esos detalles. En los últimos tiempos, cualquier tipo de protesta o reclamación recibe como respuesta la brutalidad policial, cargas desproporcionadas, golpes y cargas: huelga del 29-M, las protestas estudiantiles en Valencia por los recortes, el movimiento 15-M… Represión, en resumen. 

La policía, se supone, es un cuerpo creado para velar por la seguridad ciudadana, para ayudar a los ciudadanos. Y es así como se gana la confianza de la sociedad, no a golpe limpio. Recientemente se nos ha ido Iñigo, un nombre más en una larga lista de heridos a manos de los cuerpos policiales del Estado, que, según parece, actúan con una impunidad absoluta.

La sociedad está cansada, y simplemente queremos, con estas líneas, que este penoso hecho traspase nuestras fronteras, porque estamos todos indignados, más que por el hecho en sí, que es aberrante, por los sucesos acaecidos desde entonces, por la falta de escrúpulos de las personas que nos gobiernan y porque vemos venir que aquí, con un cadáver encima de la mesa, parece que no pasa nada y que sin mover un dedo el tiempo hará que olvidemos. 

Por todo ello solicitamos:

1. Depuración de responsabilidades administrativas, apertura y tramitación rápida de expedientes por falta muy grave a los responsables directos e indirectos de la actuación policial y apartar de sus responsabilidades YA.
2. Depuración de responsabilidades políticas, dimisión o cese del Consejero del Interior, Ares.
3. Depuración y exigencia de responsabilidades penales a los responsables directos e indirectos de la actuación policial.

Resumiendo, SOLICITAMOS JUSTICIA.

Tenemos a Iñigo en el recuerdo.




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