Llegados a este capitulo tan redondo, nada mejor para celebrarlo que hablar un poco del perro que se crió conmigo y con mis amigos, mi perro "Pipo".
"Pipo" fue el único perro que he tenido, quizás su perdida después de tantos años me hizo en parte no querer tener mas perros, no me imaginaba volver a pasar por ese calvario el día que volviera a morir el siguiente perro que tuviera, así lo empecé a dejar y ya son muchos años sin tener perro, no descarto en un futuro volver a tener uno, pero de momento no.
Pipo era de una tía mía que vive en Rota (Cadiz), era mezcla de setter y collie, era negro completamente salvo un lunar blanco que tenia debajo del cuello, la camada fueron 5 perros creo y mi tía nos guardo uno, después de darlos todos al ir pasando el tiempo e ir creciendo el perro, se dio cuenta de que cojeaba mucho, lo llevò al veterinario y le diagnosticaron que le faltaba un hueso de la mano izquierda, pero ya la verdad que daba igual el problema ese, ella nos lo comunico y no pusimos ninguna pega, así una de las veces que vino al pueblo se trajo a Pipo.
El defecto del perro fue una de las cosas que mas me unió a el, puesto que cuando nos íbamos al campo los amigos y yo, a liar alguna, siempre me costaba el tener que saltarle alguna pared, puesto que la cojera no le dejaba hacer muchas cosas, aunque poco a poco me fui dando cuenta que se hacia muchas veces el comodón y no saltaba por que no quería, puesto que un día le dejamos atrás a posta, para ver si seria capaz de saltar, en efecto, al cabo de dos minutos nos alcanzò, así que a partir de ese día, ya solo le ayudaba a saltar las paredes mas altas.
Tenia un vicio por ladrar a las vacas que había por el campo, que luego cuando estas le hacían cara, el reculaba hasta donde estábamos nosotros y al final nos hacia correr a todos para que las vacas no nos dieran algún revolcón por su culpa.
Hizo muy buenas juntas con los tres gatos que teníamos, "Eufrasio", "Eulalia" y "Griselda", jejejejej si, los nombres estaban puestos con mala uva, lo bueno era que usábamos apodos para llamarlos, Frasi, Boli y Grisi, si no era imposible nombrar esos pedazos de nombres. Con la que mejor se llegó a llevar fue con Griselda, era una gata negra completamente igual que el, y era curioso como se venían los dos detrás mía cuando me iba al parque a jugar, el perro era normal, pero el gato era un poco raro que no se espantara de la gente, pero se conoce que al ir junto al perro, perdía el miedo a todo lo demás. La gata también acompañaba a su casa desde la mía, a la que ahora es mi mujer, todo un detallazo por su parte, jejeje.
En el parque "Pipo" era el amigo de todos los niños pequeños que había por allí, jamas le vi hacer un mal gesto a nadie, ni siquiera a ningún perro, el era un .......... no se como llamarlo, vamos que dejó muchos descendientes en el pueblo, era raro el día que no le veías enganchado por alguna calle del Pueblo a otra perra, era un Don Juan, jejejeje. En el parque se dedicaba a esperar a que los niños que estuvieran merendando, se descuidaran un momento para poder quitarle sus meriendas, no se como tenia ese vicio, puesto que la comida jamas le faltó, yo creo que era demasiado goloso y le excitaba el poder quitar alguna galleta o alguna libra de chocolate a algún muchacho.
Seguramente muchos de los que leeréis esto, os acordáis de ese perro, vivió mas de 15 años a mi lado y todavía recuerdo perfectamente, el día que tuvimos que ponerle la inyección, estaba muy mal, no tenia solución y ya lo único que hacia era sufrir, así que no nos quedo otra alternativa.
Aquel día juro que lloré como si me hubieran arrebatado un hermano, fueron tantos los momentos vividos al lado de aquel perro que es ahora mismo según estoy escribiendo esto, me vuelvo a emocionar otra vez.
No se si algún día volveré a tener algún perro, pero estoy seguro que como quise a mi "Hermano" Pipo, no seré capaz de volver a querer a ningún otro.
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