sábado, 30 de marzo de 2013

Capitulo 459: Ruta Encina Terrona.




Saliéndonos de nuestro día habitual de paseos, hoy sábado nos dirigíamos hasta el pueblo de Zarza de Montánchez, desde donde comenzaba la ruta de hoy.

Diez mayores entre los que se encontraban dos miembros nuevos, y dos pequeños que han aguantado muy bien el recorrido.

En dicho pueblo tenían preparada la cuarta edición de la ruta “Encina Terrona”, que es donde finalizaba el trayecto. En nuestro grupo había ganas de conocer dicho monumento de nuestra dehesa, la cual muchos de los integrantes del mismo, no conocían. Siendo esa una de las causas por las que hoy, a las ocho de la mañana, partíamos de la plaza de Huertas, dirección Zarza de Montánchez.


Con la recogida de dorsales nos daban la bienvenida en el pueblo, y con más de ciento setenta participantes en dicha ruta, nos poníamos en marcha para disfrutar de callejas llenas de agua y barro. Antes nos habían dado una charla de cómo actuar en dicha ruta, aunque la verdad que con tantos participantes, resultaba imposible el perderse en el recorrido.

Hemos podido apreciar multitud de encinas grandísimas. Alcornoques enormes, alguna jara, hemos cogido “criadillas”, espárragos y el que ha querido incluso ha tenido la oportunidad de poder coger enormes cardillos, que por aquellas tierras, se crían de tamaño superior. Hemos pasado por el pantano de “Navarredonda” donde hemos optado por comernos el bocata. Dicha presa estaba a tope de su capacidad y según los vecinos, hacía dos días que había empezado a desembalsar agua. Una imagen muy difícil de apreciar en nuestra tierra y que este año por suerte, vamos viendo por casi todos los pantanos por donde pasamos andando.


Una vez levantado el campamento en el cual muchos han podido descansar poco, puesto que han ido llegando más tarde al descansadero. Es muy difícil organizar una ruta con tantos participantes y querer que la gente vaya andando agrupada. Cada uno ha ido andando a su ritmo y así, los participantes han ido haciendo acto de aparición poco a poco, como si de un desfile militar se tratara.

La ruta ha contado con un coche escoba donde había un botiquín por si alguno de los participantes, le ocurría algún accidente, cosa que por otro lado, no ha ocurrido por suerte para todos. Una vez alcanzado el pueblo, nos han recompensado con una pieza de fruta y agua para el que quisiera, antes de seguir la ruta hasta la monumental encina. Ese sin duda ha sido el peor trozo de trayecto, puesto que las piernas algo cargadas por los diecisiete kilómetros realizados, se negaban a volver a ponerse en marcha. Salvando este escollo, nos hemos dado de bruces, un kilometro y medio después, con la querida encina. Allí, delante de ella, recordábamos la cantidad de gente que dicho árbol ha visto pasar delante de su majestuoso tronco. Y es que con ochocientos años de edad, ya ha llovido algo sobre ella, y deben de haber sido millones las personas que por allí han pasado. Hoy también a parte de nosotros, había varios turistas aprovechando las fiestas para visitar dicho lugar, el cual es muy acogedor y está muy bien conservado. Yo creo que la encina lo merece y esperemos que nuestras generaciones venideras, puedan en un futuro visitar dicho lugar. Los puntales con los que la tienen sujeta son impresionantes y decían que este año han venido expertos en el tema ha podarla, de esa manera se aseguran una mejor conservación de su patrimonio, el cual por otro lado, están sabiendo muy bien explotar sus gobernantes.


Una vez echa más de cien fotos por parte de todos los allí presentes, hemos vuelto a desandar el camino que nos llevaba hasta el pueblo y en definitiva, hasta nuestros coches. Dando por finalizada la ruta, aunque bien es cierto que no del todo, puesto que nos quedaba lo mejor de la misma que no era otra cosa que un buen plato de paella y otro de entremeses, además de una botella de agua, un buen vaso de un excelente vino y una naranja de postre. En la romería del pueblo nos han dado todo eso y allí había muchas personas que han comido con nosotros el mismo menú. Dicha romería se celebra por cuarto año y es llamada el día de la encina. Una actividad bonita y que une a la gente de los pueblos de alrededor además de a los mismos habitantes de la Zarza.



Una vez comido todos, nos hemos vuelto hacia nuestro pueblo con la sensación de haber pasado un gran día de campo y convivencia, además de haber realizado una bonita ruta que finalizaba en un lugar mítico y emblemático de nuestra tierra Extremeña, el cual debería ser de obligado cumplimiento para todos los extremeños, el conocerle.

Gracias a todos nuestros amigos de la Zarza por acogernos como verdaderos huéspedes y también dar las gracias a todos los integrantes del grupo senderista de Almoharin, los cuales nos tratan también como si fuéramos de su grupo siempre, donde emparejamos con ellos.

1 comentario:

  1. Enhorabuena una vez más por la jornada campera o campestre que os habéis "currado", así como porque me da que os ha hecho un muy buen tiempo.
    Mañana domingo, a descansar, no vaya a ser que tanto esfuerzo se acabe pagando.
    Un saludo para todos los andarines.

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