viernes, 2 de diciembre de 2011

Capitulo 236: Pesadillas.






Llevaban más de tres semanas sin ver a sus familias, aquella obra se les había complicado más de lo que un principio tenían previsto, pero corría mucha prisa y se tuvieron que quedar hasta terminarla. Hoy por fin después de acabar de recoger toda la herramienta y preparar la maleta se disponían a volver a casa. Jesús el más pequeño de todos, era el encargado de conducir el coche, normalmente compartían el volante y cada uno hacia un trozo de camino conduciendo mientras los otros echaban una cabezadita, eran más de 800 kilometros los que tenían que recorrer y se hacía muy pesado tanto rato conduciendo.

Juan le iba contando a Luis que estaba loco por abrazar a sus dos chiquillos, les había comprado unos regalos y deseaba más que nadie el llegar a casa y ver sus caras a la hora de abrir los paquetes, seguro que se pondrán nerviositos le decía a su compañero de viaje y de empresa, Luis sin embargo, solo tenía ganas llegar por ver a sus padres, estaba soltero y sin compromiso, pero sabía que sus padres estaban muy mayores para dejarles solos tantos días, se preguntaba si estarían bien después de tantos días sin verles, “seguro que si, le decía Juan, los vecinos se preocupan de ellos todos los días”, están controlados en todo momento.

La verdad que me estoy planteando el mirar alguna residencia para ellos, ya son muy mayores para dejarles solos y yo no estoy en casa muchos días. Puede ser buena idea le dijo Juan, aunque Tomas, el cuarto viajero del coche le recrimino, ¿“A ti te gustaría que te metieran en una residencia”?, depende, si estoy muy torpe y veo que no me las puedo apañar solo, no me importaría que me metieran en el asilo.
Jesús, el que iba conduciendo iba en una nube, hacia poco más de seis meses que se había casado y estaba loco por ver a su mujer, de vez en cuando Juan le decía, “tranquilo chaval” no le pises tanto que da igual llegar una hora más tarde, tenemos una semana entera de vacaciones, te vas a tupir de estar al lado de tu mujer. Los otros dos compañeros de viaje se empezaron a reír a carcajadas, déjale Juan, no ves que está recién casado y esta como loco por llegar a casa, coger a la parienta por banda y no soltarla en toda la semana, además, ya va siendo hora de empezar a buscar familia que luego se te pasa el arroz y no hay nada que hacer, apuntó Luis.
Pues quizás ya dejé el trabajo hecho antes de venirme aquí, quien sabe!!! Dijo Jesús.

Cuando llevaban tres horas de camino, Luis que era el oficial de la cuadrilla que llevaba más o menos el mando, le ordenó a Jesús que buscara un sitio donde parar a comer, ya eran las tres de la tarde y tenían hambre, en la próxima salida me meto…..
Todo pasó tan rápido que todavía a día de hoy, Tomas, el único que sobrevivió al accidente, no se explica cómo ocurrió todo, solo recuerdo como Jesús maldecía a algo que se nos venía encima y después solo recuerdo cristales rotos, gritos de mis compañeros y el claxon del coche que se quedó pulsado, un olor a gasolina brutal y a varias personas hablando muy a lo lejos de allí, decían rápido que el coche está ardiendo!!!! Luego desperté en un hospital, tenía dolores hasta en las pestañas, poco a poco me fui enterando de todo lo que ocurrió, fui el único que sobrevivió al accidente, mis compañeros murieron quemados dentro del coche, a mi fueron capaz de sacarme porque mi puerta desapareció del coche y yo no llevaba el cinturón puesto, unas veces te salva la vida y otras te la quita, he pensado muchas veces la suerte que tuve aquel día a pesar de que las quemaduras que me provoco el accidente, me han dejado bastante afectado, pero puedo contarlo, mis compañeros por desgracia no.

Hoy a comenzado el juicio y he tenido que volver a pasar por todo otra vez, cuando ya había empezado a poder dormir algo por las noches, otra vez me hacen recordar aquel terrible día; lo que más me ha molestado del primer día de juicio, es que el conductor que se nos vino encima niega los hechos, pero como puede negar una persona una cosa tan evidente??

A mí el dinero me da igual, para mis gastos tengo con la paga que me han quedado, pero a las familias de mis compañeros, si que les hace falta, sobre todo a la mujer de Luis y a la de Jesús, que al final era verdad que estaba embarazada, fíjate, que putada no llegar a conocer a tu hijo, ya le he dicho que cuando nazca, el padrino seré yo.

El juez me pregunta todo lo que allí vivimos, yo muy seriamente y con cara de suplicar le contesto que si es necesario hacerme pasar por ese calvario de nuevo, a lo que él me dice que no es culpa suya que las leyes estén así, tiene razón señoría, lo siento.
Mañana nos dictan la sentencia, mi abogado no está muy convencido de ganar el juicio, por lo visto el que provocó el accidente es hijo de un presentador famoso de televisión, su padre tiene mucha pasta y muy buenos amigos y van a hacer todo lo posible por que salga victorioso del juicio, me dan unas ganas de levantarme de mi silla de ruedas y dejarle los “piños” allí mismo, no soporto la cara con la que me mira, parece que se alegra y todo de lo que hizo el muy cabrón………




 ¡!!Venga Tomas, que nos vamos a currar y llegamos tarde!!!!! La voz de mi compañero de piso me sorprendió en mitad de mi sueño, al despertarme salté de la cama y le di un abrazo…. Pero qué coño haces? joder Luis, si supieras lo que he soñado esta noche te cagas de miedo. Ahora me lo cuentas camino de la obra._ Mejor que no te cuente nada, era una tontería que no merece la pena contar. Al salir a la calle me he mirado por todos sitios haber si quedaban restos de alguna quemadura en mi cuerpo, al comprobar que todo había sido una pesadilla he resoplado igual que un toro, pero de todas maneras, hoy me voy dando un paseo hasta la obra, no vaya a ser que……………..

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