domingo, 24 de marzo de 2013

Capitulo 457: Ruta: Entre puentes, llanos y berrocales.




De esta manera se denomina a la única ruta que existe marcada, en los alrededores de Trujillo. El trámite de su marcación, corrió a cargo de ADICOMT y la verdad que se agradece tal molestia, aunque bien es verdad que se deberían de marcar algunas rutas más, las cuales deberían de ser obligatorias de andar por parte de cualquier habitante de Trujillo.

Volviendo a la ruta de hoy he de decir que me ha sorprendido para bien, puesto que nunca antes a pesar de haber andado mucho por todos nuestros alrededores, había realizado dicha ruta. Esta comienza justo detrás del silo, en donde han construido el helipuerto. Justo allí está situado el cartel que anuncia la ruta aunque bien es cierto que ha sido pasto de los vándalos, los cuales, le han “grafiteado” completamente.



Esta mañana a las ocho en punto como cada domingo, salíamos de la plaza de Huertas los tres únicos miembros del grupo que nos hemos atrevido a andar. En lugar de comenzar la ruta desde Huertas, hemos optado por ir en coche hasta el silo de Trujillo. Allí, donde se instala el ferial, hemos dejado el coche y mochilas al hombro, nos hemos dispuesto a ver lo que nos deparaba el día, que por otro lado y a simple vista, podíamos suponer que estaría cargado de agua, cosa que al final, a pesar de las nubes amenazantes que nos han acompañado durante la ruta, nos han dejado andar sin mojarnos nada.

Con los trajes de gua bien localizados por si nos hacían falta, hemos comenzado la aventura de hoy. La cual transcurre en sus primeros kilómetros, por una de las partes del berrocal quizás menos conocidas por muchos, aunque bien es cierto que uno de los integrantes de hoy, lo conocía como la palma de su mano, dado que se ha criado por esos canchos. Así que nos ha venido bien su compañía a la hora de explicarnos nombres de cercas y regatos.


La verdad que lejos de lo que yo pensaba, es una ruta muy entretenida y no sé si será en parte, por la cantidad de agua caída, o por lo bonito que esta el berrocal en la actualidad, pero el caso es que nos hemos divertido andando. Saltando charcos inmensos. Buscando “pisaeras” para no mojarnos los pies, cosa que ha sido imposible de evitar dada la gran cantidad de agua acumulada en todas las callejas por donde transcurre la ruta.

Saliéndonos del recorrido marcado, hemos desviado nuestros pasos volviendo a subir por una calleja dirección a Trujillo de nuevo. Allí queríamos ver la fuente del “plato”, donde nuestro compañero Mané nos venía contando, que en épocas de sequia muchos paisanos venían a abastecerse de agua, puesto que dicha fuente jamás la vieron seca. A parte de ser uno de los lavaderos donde antiguamente las mujeres de Trujillo, venían a lavar sus ropas. Nuestra sorpresa, además de desilusión, ha sido el llegar hasta dicho lugar y verlo comido en su totalidad por zarzales. Siendo imposible de apreciar lo bonito del lugar, aunque bien es cierto que los chorros de agua, se veían caer entre los zarzales. Volvemos a lo de siempre. Patrimonio de la humanidad la plaza solamente o ¿todo el entorno? Es una pena lo poco que vale conservar nuestras antigüedades y por dejadez municipal, no podamos aprovecharnos de ellas. Que mandar un par de jornaleros a trabajar allí un día o un par de ellos, no es nada costoso y por lo menos valdría la pena. Que conste en acta nuestra repulsa ante tal descuido, ahora harán lo que quieran, como siempre…

Una vez que hemos desandado el camino hasta la fuente, hemos continuado por la ruta marcada, la cual nos ha deparado otra de las sorpresas de hoy y que hacía algún tiempo que no encontrábamos. Como ha sido el comprobar que otro espabilado de turno en lugar de arreglar los portillos de su pared, ha optado por la tremenda y con varias cancillas, se ha apoderado de la calleja por la que transcurre dicha ruta. Es penosa, ridícula y lamentable esta actitud, pero yo voy más lejos. Los señores del “Seprona” ¿a que se dedican aparte de denunciar a cazadores descuidados? ¿No es su responsabilidad el velar por las callejas, caminos y cordeles? No lo sé, por eso pregunto. Pero mosquea mucho que estas callejas que son bastante transitadas por senderistas, ciclistas y conductores de motos, estén cortadas a su antojo por estos señores. Esperemos que este escrito caiga en manos de la autoridad competente y tome medidas.



Una vez alcanzado el rio Magasca, según la ruta, hay que cruzar la carretera nacional V. Detrás del restaurante Magasca continua la misma y cruzando por encima del antiguo puente, giramos bruscamente a la izquierda donde el cordel nos espera para continuar la ruta.



Da gusto el poder ver cómo van los ríos este año de agua. Merece mucho la pena poder hacer cientos de fotos para, seguramente, que en épocas de sequia, poder recordar por donde iba el agua. Un poco más adelante hemos optado por comernos el correspondiente tente en pié, que no por ir menos componentes, íbamos a perdonar. Una vez acabado de comer, hemos continuado la marcha con el mosqueo de comprobar cómo iba de agua el arroyo “Matacordero”, el cual debe su nombre por lo visto a una tormenta caída que sorprendió a un rebaño que pastaba en sus proximidades y que se vio devorado por el agua que dicho regato llegó a acumular. Fueron varios los corderos que se ahogaron y de ahí viene su nombre.


Hoy como podíamos imaginar venia aventado y era imposible el cruzar por el cordel. Así, hemos tenido que desviarnos por la finca colindante para buscar un puente por donde poder atravesar dicho regato. Una vez cruzado hemos vuelto a la ruta hasta llegar al puente antiguo, en donde de nuevo, hemos tenido que cambiar el itinerario para no mojarnos los pies más de lo que los llevábamos mojados.

 Por la finca de al lado hemos seguido andando hasta volver a encontrar otro pequeño puente por el que hemos podido cruzar. Un par de kilómetros más adelante y con tres bolsas llenas de “pamplinas”, hemos alcanzado la ermita de Santa Ana, la cual sigue doliendo la vista de ver el lamentable estado en el que se encuentra y lo que la queda por estar así.

Un poco más adelante volvíamos al silo donde teníamos aparcado el coche. Después de haber andado unos quince kilómetros más o menos, los cuales la verdad que se hacen muy cómodamente. Por eso dicha ruta es recomendable de hacer, pero si es ahora, ir provisto de calzado acuático.


3 comentarios:

  1. ¿Sólo tres?. Ummmm, espero que sea algo ocasional. Por cierto, las fotos son una pasada. Da gusto ver todo tan verdecito y con agua por todos lados.

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  2. Mucho beato y beata en el grupo. jejejejej

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    1. Ah, Domingo de Ramos.
      Podéis disculpadlos entonces, aunque creo que si faltas a una ruta, "no tienes perdón de Dios". Jejejeje

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