viernes, 17 de marzo de 2017

Capitulo 818: El Programa 2.000



Y como cuando era pequeño y sentado al pie de mi madre, que andaba como siempre entre manteles y servilletas, dándole a la aguja y al dedal, su aparato de radio siempre encendido. En el, una voz al otro lado contaba historias, hacia entrevistas y hasta hacía llorar de vez en cuando a mi madre.
Nunca quise conocer la cara de aquella señora que era una mas de nuestra familia, puesto que el día que no radiaba por estar enferma y la sustituían, la casa andaba coja y vacía.
Yo jugaba a ponerla cara y unas veces me la imaginaba morena, con pelo largo y muy guapa, y otras veces rubia, con pelo corto y algo menos agraciada en la hermosura.

Dependía del día que uno llevara y de las broncas que me hubiera ganado por alguna de las trastadas que seguramente habríamos hecho, mis amigos y yo. Cuando el día iba bonito, la locutora era bonita, pero si el día se había torcido, me la imaginaba con cara de bruja.

Cuando uno mama radio desde pequeño, la llevas inyectada en vena para toda la vida. Y yo soy uno de ellos, de los que se olvida antes la comida que el aparato receptor. Mi soledad en el trabajo es ocupada por la radio. Hay veces en los que contesto a preguntas que no van formuladas hacia mi. Hay veces en las que protesto ante alguna afirmación con la que no estoy de acuerdo, como si fuera a obtener alguna respuesta. Y así van pasando los días y uno sigue aprendiendo todos los días algo.

Hace dos mil programas, ocho años atrás, sintonicé por primera vez canal Extremadura, en la emisora un programa que me llamó la atención por su nombre. "El sol sale por el oeste". Prometo que me hizo pensar si era una paradoja su nombre, o era yo el que no tenía ni idea de por donde amanecía.
El tipo de programa me entretenía mucho, puesto que yo era lo que andaba buscando, un programa que hablara de mi tierra y me enseñara todos los días algo novedoso. Y vaya si me enseñó, gracias a el aprendí un montón de rutas de senderismo. Fiestas de pueblos que nunca antes había visitado y fui conociendo oyentes con las mismas inquietudes que las mías, que por aquellos tiempos, no me era fácil mantener el programa en el dial, sin que alguno de los compañeros de por entonces de la empresa, no viniera a decirme que pusiera música. Yo siempre les decía que repetían mucho las canciones y que era un rollo tener que escuchar las mismas todos los días y así me dejaban en paz con mi emisora puesta de diez a doce, luego me daba igual lo que pusieran ellos.

Comencé a colaborar con el programa llamando cuando abrían el teléfono para los oyentes. Presenté mi blog cuando por aquellos años dejé de fumar y el blog se llamaba diario de un ex fumador. Presenté mi libro ante el publico extremeño gracias al programa y uno con tanto roce, no le queda mas remedio que llegar al cariño.

Mi familia radiofónica cumplía hoy dos mil programas en antena, casi nada!! y en esa celebración tenia que estar yo, si o si.
Por eso poníamos rumbo a Caceres mi mujer y yo, para disfrutar en directo del programa y poder saludar a todos los integrantes del equipo, ademas de poner cara a los colaboradores.

Con la encerrona de subir a la mesa con ellos comenzaba el programa. Antes tuve la oportunidad de charlar un momento con Antonio, al cual ya conocía desde hace un montón de años y con Ana, por fin pudimos abrazarnos y saludarnos en carne y hueso. Tan simpática como siempre o mas. Una profesional de los pies a la cabeza que hoy me lo demostró en directo durante tres horas que se me han pasado volando.

Un trozo de tarta y de vuelta a casa, que había que recoger al peque del autobús. Nos hubiera gustado quedarnos mas rato con todos ellos, pero no ha podido ser. Tendremos mas ocasiones, quien sabe si en el programa tres mil, esperemos que sea antes porque para mi estos profesionales, son parte de mi familia.

Gracias soleros, ha sido un placer.








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