martes, 16 de septiembre de 2025

Capitulo 1027 : El año que el charpazo ganó la chapions. (Articulo del libro de las fiestas 2025)

 


        

  

  EL  AÑO QUE EL CHARPAZO GANÓ LA CHAMPIONS

Y sé que poniendo un titulo futbolero, me aseguro lectores de varias edades, que la verdad falta hace.

Fue a mediados de los noventa cuando el último sábado de aquellas fiestas del Rosario, era el turno de uno de los concursos con más participantes de todas las fiestas y que hoy en día ha caído a los últimos puestos en participación.

En la peña de El Charpazo este concurso estaba marcado en rojo en el calendario de las fiestas, quizás porque era lo único que se nos daba bien a todos los miembros de la peña, dado que en los deportes hemos puesto siempre mucho empeño pero poca efectividad, que le vamos a hacer, no se puede ser buenos en todo.

El año anterior en el concurso del tirón de soga, logramos llegar a la final y perderla contra los grandes favoritos, que año tras año se hacían con el jamón del premio, además de vacilarnos a los finalistas y decirnos que todavía nos quedaban muchos años para poder ganarlos. Esta peña no era otra que la famosa “Bulla”, que viendo a los miembros de su equipo, era muy normal que se alzaran con la victoria.

Esa mañana en nuestra peña se respiraba aire de concurso y lejos de tomárnoslo a broma como todo, estábamos cada uno concentrados esperando a que terminaran las capeas de por la mañana, para a continuación, dieran paso al famoso concurso.



Durante las capeas nos dedicamos a confeccionar el once, colocar a los participantes en la mejor posición que pudiera ayudar al equipo y lo más doloroso, dejar a alguno de los componentes fuera del equipo, aunque bien es cierto que a quien le tocaba quedarse fuera no le sorprendía en absoluto, puesto que éramos casi siempre los mismos que tirábamos.

En el sorteo nos tocó por la parte contraria a los favoritos, así nos asegurábamos si lográbamos ir pasando de ronda, enfrentarnos a ellos solo en la final.

La primera ronda nos tocó contra “los rebeldes” a los cuales ganamos sin sufrir mucho, hay que decir que son los concursantes más cercanos a nuestra edad y eso significa que las fuerzas podían estar más o menos parejas. En semifinales nos tocó la peña “El taponazo” a los cuales vencimos con algún que otro apuro. La otra semifinal enfrentó a “La Bulla” contra un grupo que se juntaba y que eran de diferentes peñas, con el único requisito de pesar más de cien kilos o estar más fuerte que el vinagre. Esa semifinal estuvo muy reñida y los contrarios de los favoritos, llamados “La comisión”, los pusieron contra las cuerdas. Se tiraron varios minutos con la cuerda más tensa que la de un violín. Nosotros seguíamos con mucha expectación dicha tirada pues de ella saldría nuestro rival. La verdad que nosotros pensábamos que contra más rato estuvieran así era mejor para nuestras posibilidades de ganar. Y casi cinco minutos después “la Bulla” ganaba su semifinal.



Sin tiempo casi para que descansaran, nosotros nos encarrilamos hasta la soga y comenzamos a tomar posición. Ellos protestaron un rato con razón, puesto que el cansancio acumulado jugaba a nuestro favor. Pero había prisa por terminar el concurso y nuestro once estaba ya posicionado en el terreno, con toda la intención del mundo nos colocamos en el que tiene un poco de pendiente a favor, que en tiradas igualadas siempre te da un plus.



Nuestro once estaba compuesto por: Maleta, Fonta, Chicho, Cavila, Pino, Alberto y Vito (Mané), Yupi, Socio, Milindre y Alberto Cartero. En frente teníamos a los famosos: Zarito, Mauro, Javi (DEP) y Miguel Beato, su hermano Elías, Javi Higuera, Vale Porrito, Domingo, Jose Chicho, Isidro y Pepe Canalejas.

Que relatando con la boca pequeña, tomaron posesión de su lado de la soga. La final era a dos tiradas ganadas, por lo que teníamos alguna posibilidad de por lo menos ganarles una de ellas.

Al lado nuestro, haciendo de director, estaba nuestro amigo Kuko que a la voz suya de “ahora” teníamos todos que tirar a la vez. Y eso hicimos, tirar con todas nuestras fuerzas intentando no caernos ninguno al suelo, porque eso sería sinónimo de perder.

Al estar el segundo en la fila podía ver el pañuelo que marcaba el medio de la soga en todo momento y la verdad es que estaba más cerca de nuestra línea del suelo por momentos, pero no éramos capaces de acabarles de ganar, hasta que en otro arreón conseguimos vencerles. El publico nos aplaudía al vernos que habíamos logrado ganar a los favoritos, pero todavía quedaba otra tirada y la verdad que las fuerzas estaban escasas.

Cambiamos de terreno de juego y ahí sabíamos que sería más complicado ganarles, más aun con las pocas fuerzas que nos quedaban. Pero comenzamos a tirar como si no hubiera un mañana todos a una y la verdad que los tuvimos a centímetros de ganarles, pero se rehicieron y al final nos tumbaron.

La final se ponía empatada y quien ganara el último tirón, se haría con el titulo de campeón del tirón de soga.

Hubo que sortear el campo pues los dos equipos sabíamos que el de la izquierda tenía un plus de ventaja, así que se tiró una moneda y ganamos el sorteo. No sé si el triunfo de poder elegir campo nos dio alas o qué, pero el caso es que una vez todos en nuestro lugar correspondiente y a la voz de nuestro amigo Kuko, empezamos a tirar como no habíamos hecho antes. El pañuelo venía demasiado deprisa hasta nuestro campo y no podíamos creer que lo estuviéramos logrando. Ellos al ver que se les iba el triunfo intentaron reaccionar, pero les habíamos ganado demasiado trozo de cuerda para dejarnos ir el triunfo.

Y así fue, aquel año logramos vencer a los campeones y lejos de alegrarnos por ganar el jamón del premio, nuestra mayor victoria fue ganar a nuestros amigos de “la bulla”, a los que nunca antes habíamos logrado vencer.

Felices fiestas.

Fonta.











sábado, 13 de septiembre de 2025

Capitulo 1026 : Mi amigo el de las "Huertas".



Mi amigo el de las Huertas me tenía mareado con que le acompañara en las fiestas de su pueblo, pero no ir un día suelto, o un fin de semana como le había prometido que alguna vez haría, sino que estuviera las fiestas completas. Así que esta vez que todo me cuadraba tanto laboral como económicamente decidí llamarle para concretar donde quedarme y que me explicara un poco por cima que me haría falta llevar.

Mi amigo "Huerteño" se puso muy contento con mi llamada y a pesar de que este año decía que estaba mas liado que años anteriores por que su hija era Dama o no se que, me dio las directrices para cuando llegara al pueblo todo estuviera en orden.
Me dijo que en lugar de esperar al viernes, que intentara ir el jueves, que le hacían faltas manos para preparar no se qué de Tuna. A mi me daba igual, puesto que era la primera vez en mi vida que tenía las vacaciones del 1 al 15 de octubre, por lo que di mi respuesta afirmativa a su propuesta.


A eso de las once de la mañana estaba haciendo una parada en el camino para tomar un café y echar un cigarro, que en el coche no me gusta fumar; todavía me huele a los cigarrillos que se fumaba mi ex y me sigo poniendo de mala leche.
Me quedan unas tres horas para llegar al pueblo de nombre no pronunciable para no dar miedo, por eso siempre que hablo con mi amigo y si le pregunto por su pueblo, solo le digo "¿ Que tal por Huertas? el apellido de Ánimas se lo dejo a ellos...
Por el camino voy pensando que fiestas me encontraré, si serán las cuatro verbenas de todos los pueblos y alguna suelta de vaquillas como se suele hacer en los lugares con pocos habitantes, y mas sabiendo que mi amigo siempre me recalca cuando saca el tema fiestas aquí cuando viene a verme, que las suyas se las pagan en un 90% ellos solos. Así que la verdad no se lo que me voy a encontrar.

Tampoco me ha dicho donde me quedaré hospedado, solo que será en el pueblo y que no tendré que tocar el coche en todas las fiestas. Espero que sea en su casa y no me haga ir a casa de ningún extraño, aunque en ese pueblo nadie es extraño y menos en fiestas. Cuando he estado en verano siempre me han tratado como uno mas y varios amigos me han ofrecido siempre cobijo si alguna vez me hiciera falta.

Le voy a llamar para decir que estoy llegando para ver donde me espera. Que tire para su casa,( dice) que comemos allí. Nada más llegar saludo a su mujer, que gran mujer siempre al lado de mi amigo, los conozco siempre juntos y mira que hace años. Entra que la mesa está puesta, los muchachos están en el instituto y comen mas tarde y tu amigo se está duchando que acaba de soltar los trastos del trabajo hasta después de las fiestas o más, dice que este año es especial y que no tiene prisa por volver. ( es lo que tiene ser el jefe del curro). Rosario, la mujer de mi amigo, me ofrece una cerveza la cual acepto gustosamente pues hace calor. Precisamente del tiempo andamos hablando cuando mi amigo sale de la ducha, el abrazo que nos damos siempre cuando nos volvemos a ver me reconforta,!estas mas gordo! me dice siempre, yo le contesto que peso igual que la ultima vez que nos vimos. Sin duda que él siempre está igual, ni engorda ni adelgaza, y el cabrito se conserva bien con apenas arrugas por el paso del tiempo, su cabello no opina igual y cada vez le queda menos en la cabeza...

Y así comienzan las fiestas en casa de muchos huerteños y huerteñas, recibiendo siempre a gente que gustosamente vienen a visitarnos en estas fechas.

Fotografía: Ruben Mateos.








miércoles, 3 de septiembre de 2025

Capítulo 1025: Viaje a Jaca y Lourdes.


 

Nos volvimos a poner en carretera tan solo dos meses después de nuestra ultima aventura por Orense. El lugar escogido estaba casi a la otra punta del mapa dentro de la comunidad autónoma de Aragón. Allí en Jaca nos esperaba una de las rutas que más ganas había de hacer dentro del grupo de los habituales senderistas, dada su fama. La senda de los cazadores pasando por la famosa "Cola de caballo" que tantas y tantas veces habíamos visto en fotos y videos, por fin la tuvimos delante de nuestros ojos.








Pero para llegar allí son muchas horas de autobús por eso esta vez el viaje fue de tres días y en lugar de salir como hacemos habitualmente los viernes, lo hicimos el jueves.

Como siempre el viaje empieza justo cuando nos encontramos todos en la "rotondina" esperando al autobús, allí se ven las ganas que tenemos todos de enfrentar un nuevo viaje, una nueva aventura.









Una vez todos acoplados en nuestros asientos comienza la aventura, vienen algunos viajeros nuevos y los demás los incondicionales, los que llevamos mas kilómetros en la mochila que un fugitivo comenzamos a recordar viajes anteriores y entre eso, la música, el cante y alguna que otra chuchería, vamos descontando kilómetros.

Lo acordado es llegar a Torla y desde allí coger los autobuses lanzaderas que te suben a Ordesa, para comenzar la ruta de la senda de los cazadores. Los que no hacen la ruta se van a otro pueblo a pasar el día para que la espera se les haga mas corta.





Los que hacemos la ruta escuchamos las indicaciones de nuestro guía y sobre las nueve y media comenzamos a subir. Son cuatro kilómetros los primeros que quitan las ganas de seguir andando, pero como estábamos avisados no nos coge de susto y haciendo varios descansos para coger aire vamos subiendo paso a paso.

Cuando coronamos la primera dificultad es buena hora para comernos el muerdino y allí en un mirador de lujo, sacamos nuestras viandas para asombro de nuestro guía que aunque al principio dice que no, acaba probando todo.

De ahí en adelante el camino se hace más llevadero y es cuando empezamos a quedarnos maravillados de las vistas que tenemos. El paisaje es precioso y uno no sabe para donde mirar a pesar de que la senda es estrecha y no puede uno relajarse mucho, no vaya a ser que tengamos algún accidente.



Al llegar al valle aquello parece una feria y eso que para llegar hasta allí hay que andar un peazo que si no sería imposible no pisar a nadie. Aunque dice nuestro guía que lo tienen limitado a cierta cantidad de personas y que cuando se alcanza ese tope, ya no dejan acceder a nadie más. Y me parece correcto aunque es cierto que sin duda ha sido la ruta más limpia que hemos hecho sin encontrarnos ni un solo papel o plástico y la verdad que eso alegra viendo la cantidad de gente que realiza dicha ruta a diario.






Allí delante de la famosa cola de caballo es un magnifico lugar para comer, son las tres y nos quedan desde allí otras dos horas para llegar a meta por lo que hay que volver a deleitar con nuestras viandas a quienes se arriman a nosotros a la vez que la bota va de mano en mano para que nadie se "añurgue".

Sin duda alguna, es uno de los paisajes que he podido contemplar y mira que llevo pateados unos pocos de sitios y provincias, pero como este valle creo que no he visto ninguno hasta la fecha.

Después de comer y descansar un ratín toca ponerse de nuevo en camino y acometer el ultimo trozo de la ruta. Es espectacular caminar por el valle y lejos de tener ganas de acabar la ruta, camino con pena de irme de aquel paraje que sin duda tardaré en volver a ver, dado su lejanía aunque dicen que si lo deseas mucho, siempre hay una segunda vez.



Llegamos al final que es justo donde empezamos y allí nos sentamos a esperar a los demás saboreando unas ricas cervezas. Pronto estamos todos y nos volvemos a montar en las lanzaderas que nos devuelven a Torla para reunirnos con todo el grupo que nos espera para continuar hasta Jaca donde tenemos el hotel.

Al día siguiente el grupo pone rumbo a Lourdes, menos dos compañeros y yo que decidimos estando en Jaca, aprovechar para hacer otra ruta de senderismo, la subida a la peña Oroel la cual nos queda a unos ocho kilómetros desde el hotel, por lo que optamos por pillar un taxi que nos lleva al comienzo de la ruta. Allí comenzamos a subir y la verdad que se hace duro los tres kilómetros mas o menos, puesto que subes un desnivel de mas de quinientos metros, pero hay mucha sombra y poco a poco llegamos hasta la cima para contemplar las vistas de Jaca y pueblos de alrededor. También nos damos cuenta de la limpieza de la zona y da gusto andar por territorios así de limpios.



La vuelta es cuesta abajo y decidimos comernos el muerdino en el merendero que hay antes de empezar a subir, justo en el llamado parador de Oroel que se encuentra cerrado en la actualidad.

La vuelta la hacemos andando por un camino que nos indicó el taxista y que separa Jaca del parador por unos siete kilometros mas o menos, por lo que al final hacemos catorce y medio antes de meternos entre pecho y espalda una buena comilona en un asador de Jaca. A los de Lourdes los esperaremos echando una buena siesta...

El domingo y ultimo día han planeado visitar la estación de Canfranc, donde hay que montarse en un tren decorado como los antiguos ( no tan antiguos si hablamos de Extremadura) y en media hora llegar a la preciosa estación de Canfranc, la cual es un hotel de cinco estrellas, una autentica preciosidad.




Tenemos una hora para visitar lo que se ve por fuera y los pocos bares que hay en el pueblo para refrescarnos antes de volver a montarnos en el tren que nos devuelve a Jaca, allí toca comer y darse un poco de prisa puesto que la hora de partida la tenemos a las tres y media, nos quedan un montón de kilómetros por delante pero no nos dan ningún miedo, es más, en el viaje creo que es donde mejor lo pasamos y si no puedes preguntar a cualquiera de los que han tenido la suerte de acompañarnos y digo suerte porque las plazas vuelan cada viaje que prepara nuestra jefa (Paqui).





Nos vemos en Gibraltar.







Capitulo 1027 : El año que el charpazo ganó la chapions. (Articulo del libro de las fiestas 2025)

                EL   AÑO QUE EL CHARPAZO GANÓ LA CHAMPIONS Y sé que poniendo un titulo futbolero, me aseguro lectores de varias edades, que ...