martes, 20 de octubre de 2015

Capitulo 688: Cinco al día.


Haciendo caso a los médicos, dietistas y todos los que no tienen otra cosa que hacer y emplean su tiempo en estudios de esos raros, he decidido que lo de cinco al día es posible y voy a comprobar si es bueno para la salud.

Es cierto que el primero suele ser fácil, sin agobios y pasa rápido, casi sin darte cuenta. Quizás uno lo puede hacer cualquiera en la vida normal y no darte ni siquiera por aludido.
Unos lo hacen en pareja, otros prefieren tríos y algunos cuantos mas, prefieren hacerlo en grupo. Es fácil encontrarte siempre con alguien haciendo lo mismo. Llueva o truene. Haga buen tiempo o no, siempre hay alguien expuesto a este fin.

Como el que no quiere la cosa vamos camino del segundo. A muchos con este, empiezan a doler les las piernas, las caderas y algún hueso mas. Otros muchos aguantan bien todavía el segundo, no tienen prisa y muchas personas usan bastante la lengua para no darse cuenta de que el segundo acaba de caer. Dicen que así se les hace mas cómodo y corto, aunque algunos lo hacen igual de deprisa que el primero. Son la mayoria de los que se toman este estudio al pie de la letra.

Entre el segundo y el tercero es la parte mas difícil y en la que mas se suda. Un sudor que sale a borbollones y que según se acerca el final del tercero, dicho sudor empieza a ser frío. Incluso uno ve Vírgenes y todo a pesar de que muchos de los que la ven, son ateos.

Del tercero al cuarto puede resultar un poco monótono. La experiencia que uno va cogiendo se vuelve en nuestra contra y lo único que te distrae un poco es el emparejar de nuevo con las parejas, tríos y grupos que anteriormente hemos visto. Saludar y continuar en busca del cuarto, donde las piernas uno ya no las siente.

El último es el que te acaba de dejar un poco tocado y uno, lo único que desea es una buena ducha al acabar el quinto. Casi hemos perdido el apetito y una poca de agua casi vale para colmar nuestra hambre de momento. Está claro que según pase el tiempo tendremos mas apetito.

Y mañana volveremos a por otros cinco, como buenos campeones, a pesar de que seguro las piernas estarán un poco resentidas durante el primero y quizás también el segundo. Pero los tres restantes uno se considerara todo un experto.

Por eso mañana a eso de las ocho y pico u ocho y algo, volveremos a subir al castillo andando y bajaremos, para cumplimentar los cinco kilometros que andados a diario, hacen que uno se sienta mejor físicamente.
Si alguien quiere unirse a los cinco al día, no tiene nada mas que ponerse mirando hacia Trujillo y dejar que una pierna siga a la otra.





1 comentario:

  1. Vale que el lunes se sea capaz de ello, pero ya me parecía a mí demasiada hazaña lo del martes y siguientes.
    Jajajaja, menos mal que al final dejas claro que también allí sois humanos.

    Un cordial saludo.

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