domingo, 6 de mayo de 2018

Capitulo 912: Los cincuenta de Calamonte.



Me preguntaba mi amigo Fernando fiel seguidor trujillano residente en Badajoz durante el partido que el Trujillo ha jugado hoy en Calamonte, que si iba a escribir sobre el partido; cosa que sabe perfectamente que siendo fuera de casa no suelo hacer. No se el porque ni donde pone que no lo haga, pero el caso es que no me gusta hacerlo. Sin embargo el día de hoy permanecerá en la memoria de muchos paisanos que hemos estado animando hoy al equipo.

Del partido no hay que contar mucho, el equipo está mentalmente muerto y cuando tu cabeza piensa mas allá de divertirte jugando, es muy difícil que los resultados lleguen a pesar de que en la grada tu afición te empuje lo necesario para que tu como jugador no bajes los brazos.

Para un partido tan importante la directiva del equipo celeste había puesto un autobús para la afición, el cual durante la semana se ha ido llenando de aficionados. Así mismo han sido muchos los que han preferido ir en sus coches por lo que la grada del estadio del Calamonte estaba teñida de un color celeste muy bonito. Y hoy sin duda que los aficionados trujillanos se han dejado la garganta animando a su equipo, pero ni con esas hemos sido capaz de llevar en volandas al equipo. Un comienzo ilusionante donde tuvimos algo mas el balón pero pronto el Calamonte con muchas novedades en su once se hizo con el centro del campo, y es aquí donde si la mente no te acompaña todo lo ves negro. Y menos mal que llegamos empatados al descanso a nada, ni oportunidades claras en un área ni en la otra.

En el segundo tiempo lo de siempre, creo que de forma física estamos justitos y de futbol muy poco. Los que hemos visto este equipo los tres últimos años sabemos que el futbol les brota de sus piernas, pero que las circunstancias han hecho que lleguemos al final de temporada mal tanto física como mentalmente, aparte de tener una plantilla muy corta cuando los demás equipos han intentado reforzarse.
Los goles han llegado uno tras otro y cuando nos hemos dado cuenta estábamos perdiendo tres cero y sin nada que celebrar. Pero hoy la afición me ha emocionado porque en ningún momento han dejado de cantar de gritar y de animar, incluso los jugadores se han rendido a todos volviendo a salir del vestuario para agradecer las muestras de cariño.

Pero hoy sin duda que si estoy escribiendo esto es por los cincuenta que han compartido autobús conmigo que a las diez y poco estábamos esta mañana montándonos dentro de el para viajar hasta Calamonte. Buen rollo y muchas risas porque esto se trata de eso, de pasarlo bien y si encima acompaña el resultado mejor, pero si no, pues nos quedamos con la experiencia vivida.

La vuelta aparte de ir tristes por el resultado me ha sorprendido porque nunca solemos parar en el camino, pero hoy han decidido parar para comer algo al poco de pasar Mérida. La verdad que nos ha trastocado un poco los planes, pero vuelvo a decir lo mismo, toca disfrutar de otro momento y nos bebemos una cerveza para pasar el rato.
Desde el pueblo nos informan que está lloviendo y que hay tormentas por lo que al montarnos de nuevo el bus deseamos que el rato que nos queda sea lo mas ameno posible.
Juanfra y Kike son los encargados de animar a los demás, María y Belén discuten sobre el estado anímico de los jugadores, Joaquin me viene contando no se que de sus vacas y el otro Joaquin que llevo al lado anda con el móvil liado diciéndonos que llueve mucho en Trujillo. En el autobús todo es alegría y cachondeo justo hasta que llegamos al Puerto de Santa Cruz, donde a lo lejos vemos una nube que de pronto se apodera de todo. El agua hace humo y los granizos caen de forma agresiva haciendo que conducir sea casi imposible. Todos nos asustamos un poco ante tal efecto meteorológico y Luis que es quien conduce el autobús reduce la marcha porque un par de coches de delante han hecho lo mismo.

Todo ha sido rapidísimo, reduce la velocidad el bus y lo siguiente es un tremendo impacto que a los que vamos atrás sentados nos ha hecho perder el habla. El agua caía con fuerza y cuando hemos reaccionado hemos visto un coche destrozado en mitad de la autovía. Pensando en que pudiera venir algún coche mas y seguir el choque en cadena hemos pasado unos segundos de acojono hasta que Luis magistralmente ha podido desviar el autobús justo hasta la incorporación que existe para los vehículos que entran en la autovía que vienen de Santa Cruz. En ese lugar estábamos seguros. Nos hemos levantado de nuestros asientos para observar si del coche siniestrado salían sus ocupantes y ha sido un momento de agobio al no ver indicio de que los ocupantes se movieran. Pero al pronto se abrió la puerta y bajó un chaval joven que era el conductor del mercedes que se había metido debajo de nuestro autobús.

No hemos tardado nada en llamar al 112 y la guardia civil ha tardado mas de un cuarto de hora en llegar. El peligro estaba en medio de la autovía donde se había quedado el mercedes. Nuestro conductor se ha jugado el físico y ha sido el que ha decidido bajar cuando mas llovía y avisar a los coches de que había peligro. Mal rato allí dentro sin poder hacer nada, pero era peligroso bajarse todos los que íbamos.
Cuando nos hemos dado cuenta de que estábamos todos bien hemos vuelto a las risas y el cachondeo hasta que nuestro compañero Manolo nos dice que le duele la espalada. Él era quien iba sentado en los sillones de atrás y el que se ha llevado el impacto mas grande. Cuando han llegado las ambulancias han decidido llevarle al centro de salud donde le han pinchado antibiótico para el dolor.

El autobús nuestro no podía continuar la marcha y cuando se ha parado el motor allí dentro hemos tomado un baño de sauna, la calor se ha apoderado del recinto y los viajeros han comenzado a perder la paciencia queriendo salir del autobús.
Después de un rato nos han dejado salir a la cuneta a esperar otro autobús que viniera a por nosotros, eso si, después de dar todos nuestros datos ademas de carnet y móvil por si hay que averiguar algo. Allí nos hemos enterado de que el conductor del mercedes no tenia nada mas que un par de rasguños lo cual nos ha alegrado a todos.

En el nuevo vehículo hemos seguido cantando que yo digo que era por no llorar, hasta llegar a Trujillo.

Y como dice Juanfra que los puntos de hoy se los han podido llevar algunos jugadores, pero sin duda que para mi quien lo ha merecido han sido los cincuenta de Calamonte, que así se llamaran para la posteridad.

Por suerte se ha quedado en un gran susto lo vivido hoy, tened cuidado en la carretera por favor.












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