domingo, 1 de febrero de 2015

Capitulo 631: Ruta en Guadalupe.



Comenzamos nuevo mes y seguimos empeñados en hacer los domingos diferentes y es que la verdad que en nuestra tierra, no es nada difícil hacerlos. Escuchar a los senderistas que nos juntamos decir que desean la llegada del domingo para poder desconectar de la rutina habitual, es un orgullo para todos los que seguimos empeñados en este fin.




Hoy quedábamos a las siete de la mañana. ¿Madrugón? que va, eso es aprovechar bien el día. El frío era intenso, los coches estaban helados y el aire parecía querer despertarse con el amanecer del día.
Tan solo nos hemos juntado cuatro valientes, que nos ha importado poco el tiempo, y hemos puesto rumbo a Guadalupe, lugar donde estaba planeada la ruta de hoy. Cambiando la rutina de comprar el pan en nuestro pueblo, hoy hemos preferido comprarle en Guadalupe, gracias a los consejos de nuestra amiga senderista Mara, la cual había probado con anterioridad dicho pan. La verdad que hemos hecho bien una vez probado dicho pan.




Así, después de algo mas de una hora, estábamos aparcando el coche en el monumental y visitado pueblo de Guadalupe, el cual está poblado por algo mas de dos mil personas.
Como dato curioso nos ha sorprendido ver tanta gente en los bares a horas tempranas y la verdad que bares hay unos cuantos en este pueblo turístico. Preguntando a un vecino del lugar, hemos dado con una panadería de leña, donde hemos podido comprar el pan, que por cierto era bastante deformado, acostumbrado a otros panes de nuestra localidad.




Pues con el pan puesto a buen recaudo, hemos comenzado a caminar. El aire era mas fuerte y el frío era acusado por los senderistas que deseábamos andar algo mas rápido para poder entrar en calor. Había que cruzar todo el pueblo para ponernos en la ruta elegida y una cuesta algo pronunciada, nos ha ayudado a coger algo de temperatura.
El sol hacía acto de presencia y parecía que nos iba a calentar, pero a la vez que ha salido el sol, el aire iba de compañero y era tan frío el que soplaba, que apenas notábamos la temperatura solar.




El comienzo de la ruta no era muy espectacular, la senda por donde discurría era bastante ancha y los vehículos pasaban por ella cada dos por tres. También hay que decir que la zona está bastante sucia y es una pena encontrarte tantos restos de plásticos, latas y demás historias que afean los lugares.
El bosque de pinos que nos hemos encontrado nos hacía volver a recordar los pinos de la ruta pasada y en la comparación salían perdiendo en grosor los pinos extremeños sin lugar a dudas.



Seguíamos caminando buscando el pantano de la localidad, lugar por el cual pasa la ruta que andábamos haciendo. Sin duda que ha sido el momento quemas frío hemos pasado. El aire soplaba con fuerza y el frío era intenso.
La ruta cambiaba de color una vez alcanzado el pantano y las vistas empezaban a ser mas espectaculares. El bosque de pinos dejaba paso al bosque de robles y castaños, los cuales son bastante grandes.




Buscando un lugar refugiado del aire, hemos decido comernos el muerdino debajo del pantano y la verdad es que ni siquiera allí, el aire ns daba tregua.

Con algo mas de grasa en el cuerpo hemos seguido caminando. La ruta transcurría paralela al río Guadalupe y sin duda que es lo mas bonito de esta ruta. La otra parte del río es espectacular y los castaños y robles desnudos de hojas, dejaban unas vistas preciosas y dignas de fotografiar.
La ruta es perfecta para hacerla en bicicleta, y la verdad que nos hemos encontrado alguna que otra disfrutando del lugar, ademas de algún que otro senderista que aprovechaba el día como nosotros.




La temperatura parecía que quería ir subiendo algo y entre risas, recuerdos de otras rutas y algún que otro tropezón, hemos ido acortando la distancia que nos separaba del majestuoso pueblo de Guadalupe, no sin antes pasar por una especie de piscina natural, que no sabemos si es aprovechada en tiempo veraniego para disfrute de los vecinos del pueblo.




La entrada a la plaza guadalupense es espectacular y los turistas se amontonan alrededor de la misma. Dentro de la catedral es hora de misa y entramos un momento en la misma para ver a la patrona Extremeña.
Luego, es de obligado cumplimiento beberse un refrigerio y comerte una tapa de morcilla picante y sin duda que lo hemos hecho, antes de pasar por la carnicería y traernos otra morcilla para el próximo cocido, el cual al comerle, nos hará recordar el buen domingo pasado hoy en otra de nuestras jornadas senderistas, las cuales echamos de menos los siguientes siete días, antes de que vuelva a llegar de nuevo el domingo y nos volvamos a poner en ruta.




¿Hay algua manera mejor de disfrutar de nuestra tierra?




Nos vemos por las callejas.

La ruta








1 comentario:

  1. Lo vuestro ya roza lo épico. Levantarse antes de las 7 de la mañana y quizás el único día de descanso, para ir por vuestros campos posiblemente con temperaturas por debajo de los 0 grados y con ese viento que indicas, no tiene otro calificativo.
    Enhorabuena por el disfrute que os proporciona vuestro hobby y por lo encomiable de esa fuerza de voluntad que tenéis.

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